El rugido de Vitor Roque saca al Barça de la apatía
Un zarpazo del delantero brasileño salva a un equipo tan frío como antes del anuncio de la marcha de Xavi a final de curso
Tres puntos y nada más. Un Barça apático y visiblemente deprimido sudó sangre para cumplir con el objetivo de mínimos frente a un Osasuna que solo con orden atrás ya bloqueó a los azulgranas en ataque. Tirando más de corazón que de fútbol, la insistencia de los de Xavi en la última media hora encontró el premio en un cabezazo de Vitor Roque, que al fin logró su primera diana como culé. La noche fue de nuevo muy sosa en Montjuïc pero sirve al Barça para ganar un colchón de cinco puntos respecto al Athletic, quinto clasificado.
Muchos interrogantes y pocas certezas rodeaban la previa del primer partido desde la decisión de Xavi. Por primera vez, el Barça jugaba en Montjuïc desde que el técnico anunció que se marchará a final de temporada. Los más optimistas confiaban en que la agitación emocional sirviera para despertar a un grupo anímicamente moribundo, por más que Lewandowski tratara de levantarlo con una barbacoa en su casa. Nada más lejos de la realidad. El nuevo Barça fue un calco del viejo. Poca fluidez con el balón, falta de frescura e incapacidad para generar peligro. Los primeros 45 minutos fueron un ejercicio de continuidad respecto a lo que se venía viendo. También en el capítulo médico, donde las lesiones no cesan. Esta vez le tocó a Ferran Torres, que con un pinchazo en el isquio tuvo que dejar su sitio a un móvil Fermín. El onubense protagonizó el único tiro a puerta de los culés, incapaces de transmitir nada excitante a los 37.000 espectadores que subieron a Montjuïc.
PRIMEROS INTENTOS Lo poco destacable del primer tiempo fue que los azulgranas fueron capaces al menos de no ponerse por detrás en el marcador. Lamine Yamal, fino últimamente, lo intentó pero sin esta vez la cuota de brillo que le venía acompañando. Lewandowski y Koundé remataron con algo de peligro, amenaza que replicó Budimir en la ocasión más clara del encuentro.
Tras la reanudación, el Barça sí intentó atacar mejor los espacios de la cerrada y poblada defensa de Osasuna. Los de Xavi metieron más ritmo en los primeros cinco minutos del segundo tiempo que en los primeros 45. Y, optimista, la afición trataba de animar viendo que los jugadores no encontraban la manera de generar absolutamente nada. Tan aburrido estaba el envite que cuando llamaron a Vitor Roque para saltar al césped, se produjo una ovación de normal mucho menos discreta. Justo antes de eso, Gündogan perdonó una clarísima ocasión sobre la línea de gol. Un centro de Lamine lo cabeceó fuera el teutón.
DIVISIÓN Y GOL Xavi no se lo podía creer y, en ese mismo momento, la Grada d’Animació coreaba el nombre del egarense. Otra parte de la afición replicaba con pitos a la demostración de apoyo. No tuvo mucho recorrido el debate, ya que pocos segundos después Vitor Roque se erigiría en el salvador del Barça. En el primer balón que tocó, el brasileño se anticipó en el primer palo tras un centro de Cancelo con el exterior y anotó su primer tanto como culé. Montjuïc explotó de júbilo y también ‘Tigrinho’, que buscaba cuanto antes romper la barrera psicológica del primer gol. El partido se inclinaría aún más cuando Unai García vería la segunda amarilla en el minuto 67.
Los de Arrasate se quedaban con diez hombres y un respiro asomaba entre la culerada. Con los rojillos, ayer de celeste, aún encajando el doble puñetazo, una cabalgada a lo Messi de Lamine la frustró Aitor Fernández con una providencial intervención. Habría sido otro golazo del niño. Como no podía ser de otra forma, ni con un guion del todo favorable tuvo un final de partido tranquilo el Barça. Raul García recibió habilitado en el interior del área, pero su disparo cruzado en el mano a mano se topó con el poste. Y solo 20 segundos después, un obús de Moncayola obligó a Iñaki Peña a sacar una mano salvadora. Volvieron los nervios en Montjuïc hasta que Figueroa Vázquez hizo sonar su silbato. Todo ha cambiado para que nada cambie en el elenco de Xavi.
MONTJUÏC ARROPÓ AL EQUIPO, PESE A LA TENSA SITUACIÓN AMBIENTAL, Y SE ALEJAN LOS FANTASMAS DE LA QUINTA PLAZA
‘TIGRINHO’ ANOTÓ SU PRIMER GOL CON LA CAMISETA BLAUGRANA DE CABEZA, TRAS ADELANTARSE A SU PAR EN EL PRIMER PALO