Hay brotes para la esperanza
El pinchazo del Girona en Montilivi acerca a los de Xavi a la segunda plaza a la espera del derbi de esta noche en el Bernabéu
“Nos están haciendo pagar el ‘caso Negreira’. Es la última vez que voy a hablar de los árbitros”. Cuesta creer que Xavi sea capaz de morderse la lengua en estos cuatro meses que quedan de temporada cuando le pregunten por la actuación de los colegiados. Sobre todo cuando en casi cada rueda de prensa de esta temporada ha hecho referencia a ellos de alguna forma u otra. Algo colaboramos los medios, claro. Y la “realidad”, como repite el técnico de Terrassa.
Ayer fue imposible eludir el asunto porque fue flagrante. ‘Meridià, Nacho’, que diría el gran Jordi Robirosa. La expulsión de Vitor Roque en el 70’ fue un escándalo. No acabó influyendo en el resultado final, pero pudo condicionar. Martínez Munuera cometió un error grosero y siguió alimentando esa historia más de odio que de amor que tiene con el Barça.
NOVEDADES Pero intentemos aparcar el asunto de los trencillas y centrémonos en los detalles que ayer vimos sobre el césped de Mendizorroza. Para empezar, ante el alud de bajas, el técnico azulgrana apostó de inicio por meter a cuatro centrales. Faltaba ver cómo se ordenaban sobre el verde. La gran novedad táctica, Andreas Christensen de pivote. Llevaba meses practicando con el danés por delante de los centrales, pero no se decidía por apostar por él a la hora de la verdad. Hasta ayer. Por la plaga de bajas arriba y por el rendimiento de un Oriol Romeu que quedó tocado y hundido en Vitoria. Otras conclusiones que nos dejaba el once, la apuesta absoluta por estos dos adolescentes que están llevando al equipo a otra dimensión. Lo que sí es una realidad es que Pau Cubarsí y Lamine Yamal no son dos proyectos de jugadores top en su posición. Son los dos mejores futbolistas en sus respectivas demarcaciones ahora mismo en la plantilla azulgrana. Quizás irrumpieron por el contexto, por las bajas, por la imposibilidad de fichar. Pero ahora mismo no hay nadie que rinda mejor. Pau volvió a dar una exhibición de salida de balón y de sentido táctico y de cómo afrontar duelos ante un delantero que tam
bién es una realidad (y qué realidad) como Samu Omorodion. Lamine es una fantasía andante, un futbolista con un talento que asusta y con una determinación y una naturalidad pasmosas.
¿LA GUINDA? Ayer hubo desconexiones. Como siempre esta temporada. Pero es verdad que Gündogan y Pedri en fase más avanzada, más cerca del área, generaron una sensación distinta. Ahí son más punzantes. Fueron claves en el segundo gol. Y el ex del City conectó de forma deliciosa con ‘Lewy’ en el 0-1. Hubo fases de buen juego y dominio. El pinchazo del Girona en casa ante la Real (escándalo arbitral mediante) acercó a los de Xavi a la segunda plaza y el derbi Real Madrid-Atlético de esta noche podría ser la guinda a un (toquemos madera) fin de semana tranquilo en Can Barça.