Lamine y Cubarsí lideran el cambio

Marcó Gündogan el segundo gol del Barça y Araujo se fue directamente a abrazarse a Xavi y su hermano Òscar en una clara demostración de que los futbolistas están con su entrenador. Sin embargo, la alegría de los azulgranas apenas duró un minuto. Todavía andaban con la sonrisa en los labios cuando Samu marcó de un certero remate de cabeza. Parecía que, de nuevo, no había manera de tener un partido plácido. A todo eso, pocos minutos después, el propio Gündogan cayó lesionado y se suma a la preocupante lista de jugadores dañados.

Sin embargo, la salida del terreno de juego del centrocampista alemán, en lugar de mermar el juego de los culés, propició la entrada de Vitor Roque, que marcó el tercer gol del Barça en su primera intervención. Poco hemos visto de Roque, pero ha demostrado tener olfato de gol.

Los de Xavi han ofrecido una ligera mejoría desde que el entrenador anunció su adiós, pero todavía les falta acabar de controlar los partidos y no cometer algunos errores infantiles que los convierten débiles en defensa. De cualquier manera, está claro que entre una cosa y otra no será un final de temporada fácil. La injusta expulsión de Vitor Roque vuelve a poner en entredicho el nivel del arbitraje español.

En fin, que tres puntos más que permiten al presidente Laporta seguir soñando en la Liga y al resto de los barcelonistas alejarse del mal sueño de quedarse fuera de las cuatro primeras posiciones que dan derecho a disputar la Champions.

Destacar de nuevo el excelente partido de Lamine Yamal y la seguridad defensiva que ofrece Pau Cubarsí. Su excelente actuación está liderando el cambio a bien del Barça. Dos jóvenes que se mueven por el campo como si fueran dos veteranos. Y eso que uno solo tiene 16 años y el otro acaba de cumplir 17. Un dato que obliga a que el próximo entrenador del Barça deba tener un mínimo conocimiento del fútbol base azulgrana. Ante el Alavés se ha vuelto demostrar que el futuro de este equipo está en La Masia.