El experimento de Xavi funciona y deja tocado a Oriol Romeu
EL CENTRAL SUFRIÓ AL PRINCIPIO JUGANDO DE ESPALDAS, PERO FUE CRECIENDO Y GANANDO EN SEGURIDAD; EL DIAGNÓSTICO COMPLETO, MÁS ADELANTE
Saltaba la sorpresa en Mendizorroza. Las cuentas del Barça publicaban un once con la presencia de hasta cuatro centrales más Joao Cancelo para el duelo ante el Alavés. Tocaba hacer el dibujo y las cábalas sobre cómo sería la disposición sobre el verde del estadio vitoriano.
La lógica nos llevaba a dos posibles escenarios: tres centrales y Koundé y Cancelo como carrileros (raro) o Andreas Christensen ocupando el pivote. Era algo con lo que se especulaba desde hacía meses. Xavi había probado al danés por delante de los centrales en entrenamientos.
Pero hasta ayer en tierras vascas no se había atrevido o no había considerado que necesitaba los servicios del escandinavo en esta demarcación tan delicada y tan simbólica en el FC Barcelona.
Las bajas, sobre todo en ataque, y el pobre rendimiento de Oriol Romeu catapultaron ese debut del nórdico como pivote. Criterio con el balón, buena lectura de juego. Bien en coberturas e inteligencia táctica, ingredientes suficientes para que generara cierta expectación su rendimiento.
Empezó algo tenso. Agarrotado. Estuvo a punto de perder un balón delicadísimo jugando de espaldas. Es una posición, repetimos, que en el Barça te expone mucho. Necesitas ojos en la nuca y un pensamiento-ejecución casi perfecto. Y en los primeros 10-15 minutos no acabó de estar cómodo Andreas. Luego fue Frenkie de Jong quien se incrustó más entre los centrales. Y Christensen quien se ofreció más por dentro. Dando apoyo. No se escondió y fue ganando en confianza y seguridad. Normal que estuviera algo dubitativo en los primeros compases porque el Alavés apretaba muy arriba y con criterio.
IN CRESCENDO Una vez asentado y con Frenkie interpretando bien la situación y siendo quien se exponía más, como decíamos, fue creciendo. Contactó mucho con el balón y dio sentido y equilibrio.
Los datos de Christensen revelan su papel más que aceptable. 90% en acierto de pase (43/48), dos duelos ganados, dos ‘tackles’ y una intercepción. Siete pérdidas, eso sí. Y no le regatearon una sola vez en los 82 minutos que estuvo sobre el verde.
EXTENUADO Xavi decidió, con el 1-3 y con mucha fatiga acumulada, relevarlo por un Oriol Romeu que ayer recibió un golpe importante. Ya venía tocado por su poca participación. Salió la información en la recta final de mercado de que era partidario de una salida. Y ayer Xavi le mandó un recado: Christensen, ahora mismo, está por delante en una posición que no es la suya natural. Y aquí no entraban en juego ni el cansancio (ni Andreas ni Romeu fueron titulares el miércoles ante Osasuna) ni el hecho de que haya partido en unos días, puesto que el Barça está eliminado de la Copa y no juega hasta el próximo fin de semana