“Esto costará; vamos a sufrir”
El ocho veces campeón del mundo completó 72 vueltas a Sepang y aseguró que ya empieza a controlar la Ducati, aunque no es un camino fácil
la primera semana, en serio, del Mundial 2024 de MotoGP se le empieza a poner cara de gran premio. Tras la primera toma de contacto el martes, en la que Jorge Martín (Ducati) ya enseñó los dientes, siguió otro día caluroso y húmedo de Sepang, donde volvimos a salvarnos del tradicional diluvio del mediodía. Ocho horas frenéticas en las que los candidatos trataron de coronar su trabajo del día anterior con un mejor crono y en las que los maltratados por los percances, por ejemplo, Marc Márquez (Ducati) intentaron recuperar el tiempo perdido y hacerse con los mandos de la moto. MM93 fue ayer quien más vueltas dio: 72.
VUELVE LA ‘BESTIA’ Parecía todo predestinado a que ‘Martinator’, siempre el más veloz en cualquier circuito, mantuviese el trono del podio virtual, después de destrozar, con un auténtico ‘tiempazo’ de 1.57.273 minutos, el récord que estableció el pasado año el bicampeón Bagnaia (Ducati, 1.57.491). Para que se hagan a la idea, Martín logró su crono muy pronto, en la vuelta 9 de las 56 que acabó completando. Pero, de pronto, cuando ya se acababa la sesión, Enea Bastianini, ‘La Bestia’, el muchacho que vivió lesionado (casi) toda la pasada campaña, emergió del ‘boxe’ oficial de Ducati y, en su giro núA mero 46, el penúltimo, le arrebató el primer puesto a ‘Martinator’, con un estratosférico 1.57.134, nuevo récord de Sepang. Mientras ‘La Bestia’ maquinaba su zarpazo, otros cuatro candidatos al título completaban el quinteto que rompería el récord de Bagnaia. Además de ‘Martinator’ (1.57.273), el surafricano Brad Binder (1.57.327), líder ya indiscutible de KTM; el siempre aguerrido Aleix Espargaró (Aprilia, 1.57.446) y, cómo no, Bagnaia (Ducati, 1.57.469). Si todos trabajaron muy duro, imaginense Marc Márquez (Honda, 14º, a 0.984 segundos), que, tras los problemas mecánicos del martes en sus dos Desmosedici, completó 72 vueltas, récord del día, por descontado. “Estoy en el sitio que quería estar. Tengo la moto que quería tener. He visto que tengo un buen equipo y el potencial de la Ducati es muy bueno”, comentó Márquez al acabar. “Voy haciéndome con los mandos de la moto, voy relacionándome con mi nuevo técnico, mi nuevo equipo y también con Ducati, que me está ayudando mucho. Pero esto no es llegar y besar el santo, esto no es subirse a una Ducati y ganar. Vengo de cuatro años locos y ya dije en la presentación del equipo que vamos a sufrir. Esto costará, pero voy a intentarlo”.