María Vicente vuelve a lo grande y sin límites
El año pasado brilló en Budapest en triple y en longitud casi sin entrenamientos y su regreso a las combinadas ha sido espectacular
catalana María Vicente emergió en 2017 con su oro en heptatlón en el Mundial sub’18 de Nairobi, única presea española en las 10 ediciones de una competición que murió ese año. Nacida el 28 de marzo de 2001 en L’Hospitalet de Llobregat, el atletismo había ganado una estrella. Hasta la fecha los únicos grandes éxitos españoles son la plata en los Juegos de Barcelona’92 que logró el murciano Antonio Peñalver y su medalla de bronce en los Europeos bajo techo de Génova 2002. Con un talento innato, María Vicente siguió acumulando oros en el Europeo sub’18 en 2018 (heptatlón y longitud), en el Europeo sub’20 en 2019 y en el Europeo sub’23 en un 2023 en el que volvió a sentirse atleta pese a los problemas físicos.
Tanto, que aparcó las combinadas y centrarse en la longitud y en el triple salto, instalada desde 2020 en San
“ELLA NECESITABA UN RESULTADO ASÍ Y HAY MARGEN DE MEJORA EN TODAS LAS PRUEBAS”, DIJO SU ENTRENADOR A SPORT, RAMÓN CID
Sebastián a las órdenes del experimentado Ramón Cid, ‘pacificador’ en la última época de José María Odriozola al frente de la RFEA y en su día subcampeón de Europa junior de triple (16,47 fue su mejor marca). Por fin, María Vicente ha superado los problemas físicos que la atormentaban y el pasado 28 de enero en los X-Athletics de Aubiere (Francia) un nuevo récord de España de pentatlón con 4.728 puntos, pulverizando los 4.582 que tenía desde 2022 para situarse al frente del ranking mundial del año. Para ello, acreditó 8.24 en 60 vallas (el mejor registro de su vida), 1,76 en altura, 13,84 en peso 8oLa tra marca personal), 6,59 en longitud y 1:15.50 en 800 (tercer mejor registro personal del día).
Con 4.728 puntos habría sido bronce hace dos años en Belgrado, por delante de la estadounidense Kendell Williams (4.860 puntos). Y plata en Birmingham 2018 únicamente tras la británica Katarina JohnsonThompson (4.750). Es decir, que estará en la pelea en Glasgow. “Mira, el año pasado se quedó a un centímetro de la final del Mundial en longitud y en triple con un mes y medio de entrenamientos. Ella necesitaba trabajar sin problemas y ahora llevamos cuatro meses largos sin percances, incluida una estadía en Sudáfrica”, explicó a SPORT un ilusionado Ramón Cid.
Había dudas sobre si volvería al pentatlón y al heptatlón. “Lo más importante es que a María le gustan las combinadas. Es una atleta extraordinaria y hay margen de mejora en las cinco pruebas y en las siete en verano”, aseguró el donostiarra. El primer fin de semana de marzo llega el Mundial de Glasgow y su pupila lidera el ranking de 2024. “Hay que empezar a pedirle ya resultados, que termine ese tránsito tan difícil de prodigio en categorías inferiores a la absoluta, que ahí muchos se quedan en el camino. El objetivo es que ella dé el máximo. Si hace 4.800 puntos y le ganan cinco, pues habrá que aplaudirles y seguir mejorando”, apunta. “María necesitaba un resultado como el del otro día. Es una atleta fácil de entrenar y te devuelve con creces cualquier estímulo. Además, es muy inteligente”, añade.
¿La veremos luchar por los Juegos en el heptatlón o en los dos saltos horizontales? “Vamos a priorizar las combinadas, eso lo tenemos claro. Eso sí, de forma tangencial también vamos a tocar otras pruebas”, enfatizó. Pero... ¿es posible? Las heptatletas disputarán las cuatro primeras pruebas el jueves 8 de agosto y cerrarán el viernes 9. El triple vivirá la calificación el primer día del atletismo en pista (viernes 2 de agosto) y la final el sábado, mientras que la longitud se disputará los días 9 y 10. Con la calificación a partir de las 19.00 horas y los 800 del heptatlón a las 20.40 horas, parece que en esa caso las opciones pasarían por el triple. Pero, sobre todo, las combinadas. Y ahora en Glasgow, el pentatlón sin ponerse límites. “Es que a mí no me gustan los límites y a María tampoco. Vamos a ir con ambición y con mucha humildad”, concluyó Cid.