Empate insuficiente antes del Barça
El conjunto partenopeo, incapaz de ganar en la jornada de ayer al Genoa, sigue sin levantar cabeza y complicándose la clasificación para la próxima edición de la Champions League
Antes de centrarse en la eliminatoria de Champions League ante el FC Barcelona, el Nápoles se examinaba en la Serie A. El conjunto partenopeo, que está defendiendo la corona italiana con extrema irregularidad, no podía fallar en el Estadio Diego Armando Maradona frente a un recién ascendido, el Genoa, si no quería seguir alejándose de las posiciones de clasificación para la próxima edición de la máxima competición continental europea.
Estando ahora mismo a una enorme distancia del líder Inter de Milán a todos los niveles, pero especialmente en la clasificación, a los de Walter Mazzarri solo les valía la victoria contra el cuadro dirigido por Alberto Gilardino –instalado en la zona tranquilia de la clasificación– en su misión de luchar por el billete para la Liga de Campeones. No la lograron pero, como mínimo, salvaron un empate en el último minuto del tiempo reglamentario. El tanto ‘in extremis’ de Ngonge evitó la derrota, pero el Nápoles podría acabar la jornada a nueve unide la cuarta posición de la tabla.
SIN SU ESTRELLA Sin Victor Osimhen, reservado para el partido contra el Barça tras regresar de la Copa África con problemas logísticos y unas leves molestias físicas, Mazzarri apostó por Giovanni Simeone como principal referencia ofensiva. Kvaratskhelia partió desde la izquierda, pero tuvo libertad de movimientos como suele ser habitual. En defensa, el Nápoles recuperó la línea de cuatro efectivos. Hamed Traoré debutó para fortalecer la sala de máquinas. El equipo napolitano evidenció todos sus problemas para gobernar los partidos. Encomendado a los destellos puntuales de Kvaratskhelia, un futbolista que necesita muy poco para generar mucho peligro, el conjunto local empezó el encuentro con ganas de adelantarse en el marcador. El propio atacante georgiano amenazó a sus rivales con una buena acción individual, pero fue el Genoa quien se acercó con más peligro en la primera mitad. Meret tuvo que realizar dos buenas intervenciones para frustrar dos remates de Mateo Retegui.
FRAGILIDAD DEFENSIVA A este Nápoles, sin embargo, le cuesta un mundo marcar un gol y encaja a la mínima. Es un poco lo que pasó en el Maradona ante el Genoa: Josep Martínez aguantó la puerta a cero para los visitantes y Frendrup aprovechó una rápida transición para golpear primero en los primeros compases de la reanudación. Fue una jugada relámpago: tres pases y el Genoa estaba en el área partenopea. Un rechace suelto en el balcón del área y Frendrup
puso el balón inalcanzable para Meret.
El agobio volvió a hacerse presente en el estadio Diego Armando Maradona. La sensación de impotencia volvió a reinar en Nápoles y en unos jugadores que apretaron en los minutos finales. Especialmente un Kvaratskhelia que volvió a ser de lo poco rescatable de los napolitanos. Parecía que el Genoa podía llevarse el botín, pero los locales salvaron un empate en el último suspiro. Un centro lateral pasado, un remate de cabeza de Di Lorenzo al corazón del área y un disparo a la media vuelta de Ngonge para rescatar un punto y no llegar de vacío al trascendente duelo ante el Barcelona. El Genoa no pudo resistir las embestidas desesperadas de este Nápoles que se lo jugará todo el miércoles. Todo a la Champions.