Vingegaard pone la magia en Chantada
El doble vencedor del Tour triunfa en la segunda etapa de la ronda gallega. Demarró en la montaña y logró ganar en solitario
Chantada es un pequeño pueblo de la provincia de Lugo, poco más de 8.000 habitantes, con un equipo de fútbol que compite a nivel autonómico, donde no ocurren cosas que tengan un impacto mediático más allá de los límites del municipio, pero que nunca pudo imaginar algo tan grande que pocos pueblos repartidos por la geografía europea aspiran a conseguir algún día. Dos ganadores del Tour, Jonas Vingegaard, por partida doble, y Egan Bernal, afortunadamente recuperado para el deporte, cruzaron la línea de meta en primera y segunda posición.
RIBEIRA SACRA El ciclismo corre con una varita mágica. Es un deporte capaz de colocar en el mapa como salida de una etapa a una localidad llamada Taboada, menos de 3.000 habitantes, con otra denominada Chantada como meta, y reunir a buena parte de la flor y nata del pelotón internacional. Son los ciclistas que disputan el O Gran Camiño, la ronda gallega, que ya en el primer día de competición verdadero tras una contrarreloj traicionada por el viento, recibió el azote de Vingegaard para demostrar que ya en febrero se encuentra en la vía correcta para intentar ganar el Tour por tercer año consecutivo por mucho que Tadej Pogacar se empeñe en colocarle clavos en su ruta hacia Niza, que este año sustituye a París como punto y final del tradicional camino a la capital francesa.
Ahora hay que correr para que disfrute el pueblo para que pequeñas villas rurales como Taboada y Chantada, de la ribeira sacra lucense, se conviertan en escenario que en otras disciplinas sólo está acotado a los más conocidos estadios, circuitos o canchas, los que cualquier aficionado al deporte recitaría de memoria a la pregunta de díganos el nombre de un famoso recinto deportivo.