El Atlético sufre para poder sonreír
El equipo colchonero se reencontró con la victoria en casa en un partido donde perdonó mucho. Morata falló un penalti y anotó el segundo gol
Derrotado en Milán, insustancial en Almería, desbordado en Bilbao, dentro de la secuencia de tres viajes seguidos que lo alejó de sí mismo, el Atlético de Madrid reencontró la victoria en su estadio, en el Metropolitano, en el refugio de su temporada y sus aspiraciones, sostenido en la cuarta plaza entre una cantidad inusual de ocasiones falladas, dos goles a favor y el sufrimiento del segundo tiempo.
Su ejercicio irrebatible del primer tiempo se transformó en el padecimiento de la segunda parte, agravado aún más por el 2-1 de William Carvalho y aligerado por una parada crucial de Jan Oblak a Guido Rodríguez, porque antes se estrelló contra su propia ineficacia. Los goles de Pezzella (en propia) y de Álvaro Morata en la primera etapa pusieron la ventaja rojiblanca. El propio Álvaro ya había tenido la oportunidad, pero falló un penalti y sus posteriores tres rebotes. Invencible en sus últimos 25 partidos de LaLiga EA Sports al lado de su gente, 23 de ellos con victoria, o con una única derrota en sus últimos 31 encuentros como local entre todas las competiciones (el 01 del Athletic Club en la Copa del Rey), el marcador estableció apenas un gol de diferencia, cuando la distancia en las oportunidades fue mucho más allá.
RESISTENCIA Fue el Atlético quien dio vida al Betis. Por todas las ocasiones que había fallado antes, aún contó una más de Hermoso con el 2-0, y por la concesión de tanto terreno y tanta posesión al conjunto verdiblanco, recompuesto y con un horizonte, el empate, que ni atisbaba cuando se fue al intermedio tan doblegado como inoperante en todo aquel tramo. Ayoze probó de nuevo a Oblak, que hizo un milagro cuando adivinó entre todas las piernas el tiro de Guido Rodríguez, para rechazarlo a córner entre él y el poste. El Metropolitano ya se enfadó. La bronca latente ya se escuchó con mucha más nitidez, entre el absoluto control del Betis. El último cambio fue una declaración final de intenciones: Savic por Morata. Resistió el Atlético, ganador al filo del empate.
LOS ROJIBLANCOS DIERON VIDA AL BETIS AL FALLAR TANTAS OCASIONES DE GOL Y CONCEDER LA POSESIÓN