Las lágrimas de Xavi Simons
El neerlandés disputó su primera gran eliminatoria en Champions ante el Madrid, rival más temido de la competición reina
Xavi Simons salió del Santiago Bernabéu visiblemente tocado. Casi entre lágrimas, se fue camino a vestuarios con el pensamiento de que, pese a haber cuajado una gran eliminatoria, su primera gran aventura en Champions había terminado. El RB Leipzig cayó con la cabeza bien alta (2-1 en el global) ante el Real Madrid en unos octavos que no han estado exentos de polémica.
En la ida, se le anuló un gol a Sesko por un supuesto fuera de juego de un compañero al considerar que estorbó a Lunin. Tras el partido, Kroos aseguró que ese tanto no se debió invalidar. En la vuelta, Vinícius vio una tarjeta amarilla que debió ser roja tras agredir claramente a Orban, defensa del Leipzig.
Lo cierto es que los de Marco Rose estuvieron cerca de pasar de ronda gracias al buen nivel de Xavi Simons, que disputaba la primera eliminatoria de Champions de su carrera.
El neerlandés fue el futbolista que más oportunidades creó en el Bernabéu: cuatro. Completó su gran partido con un 92% de pases completados (36 de 39), probó tres disparos, firmó con éxito tres de los cuatro regates que intentó, recibió cuatro faltas y se dejó la piel en cada acción.
PRIMERA OPORTUNIDAD Su vuelta a una de las cinco grandes ligas de Europa era el gran examen de Xavi Simons. Tenía el reto de demostrar que era capaz de
TIENE ASPECTOS AÚN POR EVOLUCIONAR, COMO EL ASPECTO FÍSICO, ALGO QUE LE LASTRA EN LOS DUELOS INDIVIDUALES
ser diferencial como lo fue en Países Bajos, pero en una liga de más exigencia y en los escenarios más imponentes del planeta, como la Champions League, su primera gran oportunidad.
AÚN EN DESARROLLO Pero lo más impactante de Simons es que aún está en fase de crecimiento. Tiene 20 años y algunos aspectos por desarrollar, como el aspecto físico. Si no consigue salir de los duelos individuales evitando el contacto, los contrincantes, habitualmente más corpulentos que él, no tienen problemas para derribarlo.