EL PRIMER CLÁSICO TELEVISADO
El Real Madrid-Barça de la temporada 1958-59 fue el primer partido de la máxima que pudo seguirse por la pequeña pantalla, todo un acontecimiento hace 65 años. El equipo de Helenio Herrera cayó por 1-0, pero acabó llevándose la Liga con solvencia
El FC Barcelona afronta un nuevo clásico liguero en Madrid. Será el número 94 en la competición doméstica y podría suponer la victoria 24 del equipo azulgrana como visitante. En los 93 precedentes que existen encontramos partidos históricos por el resultado, como el 0-5 de febrero de 1974, el 2-6 de mayo de 2009 o el 0-4 de noviembre de 2015. Anclado en la historia quedó el primero, en mayo de 1929, con triunfo del Barça (0-1), siendo Josep Sastre el primer barcelonista en anotar en feudo blanco. Y hubo dos clásicos (diciembre de 1946 y octubre de 1947) que se disputaron en el viejo Metropolitano, el terreno del Atlético, por encontrarse en construcción el nuevo estadio del Real Madrid. Y otro clásico, el de abril de 2021, también por las obras en el Santiago Bernabéu, se llevó al Alfredo Di Stéfano. En el clásico de enero de 1940, el primero después de la Guerra Civil, se tuvo que retirar la nieve antes de que el balón empezara a rodar por Chamartín... Hoy, sin embargo, nos fijaremos en el primer clásico que fue televisado, el de febrero de 1959.
Han transcurrido ya más de 65 años desde este partido de la máxima que se disputó en el Santiago Bernabéu el 15 de febrero de 1959 a las 16.15 horas. El duelo se enmarcó en la 22ª jornada de la Liga 1958-59 y el Barça acudió a la cita como líder (36 puntos), uno más que el Real Madrid (35), y salió por debajo del conjunto madridista, que consiguió la victoria por la mínima (1-0) gracias a un gol de Chus Herrera en el minuto 74. El equipo de Helenio Herrera venía de golear al Espanyol en Les Corts (5-3) y el Real Madrid, de ganar en La Romareda al Zaragoza (1-2).
EXPECTACIÓN MÁXIMA Este clásico entró en la historia por ser el primero que se ofreció en directo por la pequeña pantalla (en blanco y negro). Fue tal la expectación que despertó el choque que la prensa lo definió como “el partido del siglo”. Hubo locura extrema en conseguir un aparato de televisión y, según la prensa de la época, desde que se supo que el partido sería televisado, bares y cafeterías de Madrid y Barcelona se prepararon para recibir un alud de clientes. En la Ciudad Condal, en los días previos al partido, se vendieron unos 6.000 aparatos receptores y las tiendas de electrodomésticos del centro, pese a ser domingo, abrieron sus puertas para sintonizar la señal en los receptores expuestos en sus escaparates. El partido pudo verse en directo y una multitud se paró delante de los establecimientos de La Rambla, Pelai y Passeig de Gràcia para no perderse el gran acontecimiento. La televisión, por aquel entonces, era un artículo de lujo y su precio rondaba las 30.000 pesetas. De todas formas, debido a problemas técnicos, en Barcelona solo pudo verse el segundo tiempo. Se estimó que más de un millón de personas siguieron el partido por la pequeña pantalla. Los vaticinios del entrenador del Barça, Helenio Herrera, no fueron premonitorios. En la previa aseguró que tenía 13 razones por las que creía que su equipo era superior al rival. Y las enumeró, una a una… El 'Mago', sin embargo, no acertó en esta ocasión y el Real Madrid se llevó la victoria. Al técnico se le acusó de jugar “a la defensiva” y “aislar a sus figuras”, entre ellas Evaristo, Luis Suárez y Kubala.
INGRESOS ATÍPICOS Hasta ese entonces, TVE solo había ofrecido la final de la última Copa de Europa, la final de la Copa del Generalísimo y el Real Madrid-Atlético de la pasada temporada, así como algún partido de baloncesto y algunas pruebas de natación. El Real Madrid cobró 150.000 pesetas por permitir la entrada de las cámaras de televisión en el Santiago Bernabéu. Fueron cuatro aparatos y, concretamente, del modelo Pye MK3, fabricados en el Reino Unido y dotados con el tubo ‘Image Orthicon’ de gran sensibilidad y flexibilidad. El equipo blanco también permitió la retransmisión del partido por radio para México y se embolsó otra cantidad (5.000 dólares) que no le generó coste previo alguno. Los clubes empezaban a producir los llamados tiempo después “ingresos atípicos”, hoy pilares en los que se sostiene gran parte de la economía de los gigantes del fútbol europeo. El Barça, pese a la derrota y no ver beneficio económico por ninguna parte, acabó cantando el alirón en la penúltima jornada, el 12 de abril de 1959 en el Metropolitano (1-1). El equipo de Herrera volvió a dar una alegría a la afición al ganar la Copa el 21 de junio en el Bernabéu, después de deshacerse del Granada con autoridad (4-1).
EN BARCELONA SOLO SE VIO EL SEGUNDO TIEMPO Y SE CALCULÓ QUE MÁS DE UN MILLÓN DE PERSONAS VIERON EL ENCUENTRO