Gvardiol le da la razón a Guardiola
Los ‘cityzens’ sudaron tinta pero sumaron tres puntos que le acercan a su cuarta Premier consecutiva. El croata, por partida doble, Phil Foden y Julián Álvarez cerraron una solvente victoria en Craven Cottage
Sabían que no podían fallar. Eran -y son- más conscientes que nadie de que levantar un nuevo título de la Premier League depende única y exclusivamente de lo que ellos hagan sobre el verde. Y en Craven Cottage demostraron, una vez más, por qué son el equipo a batir.
Ya van veinte partidos consecutivos sin conocer la derrota. Y se dice pronto. Porque el Manchester City tenía que ponerse el mono de trabajo y sumar los máximos puntos posibles en este tramo final de la campaña para ganar la partida a Arsenal y Liverpool.
Y viendo que los ‘reds’ se retiraron de la carrera hace un par de jornadas, tan solo deben ganar los dos partidos que les queda para revalidar su corona y levantar su sexta Premier League en siete temporadas.
EL FACTOR SORPRESA Ya superados los primeros diez minutos de partido, el City se hizo dueño y señor de la posesión. Y no tardarían en llegar las ocasiones. Dicho y hecho. Apenas dos minutos más tarde, y tras una jugada coral entre Aké, Gvardiol y De Bruyne llegaría el primero del partido. El central neerlandés -que minutos después tuvo que ser sustituido por Kyle Walker- jugó fuera con el croata, que de primeras la envió a un De Bruyne que le devolvió el balón para que, tras un recorte hacia dentro para colocárselo a su pierna derecha, batiera a Bernd Leno con un disparo cruzado raso. ¿Quién hubiera dicho que quien fuera cuestionado por su aportación ofensiva a principios de temporada llevaría cuatro goles en el último mes?
A partir de aquí, monólogo ‘cityzen’ en Craven Cottage. Se reunieron todos en campo rival, tocando y tocando, hasta que los Bernardo, Foden, De Bruyne y compañía frotaran la lámpara. Y tras la reanudación, pese a que Marco Silva añadiera frescura y explosividad al ataque con la entrada de Adama -que le puso un buen balón a un Muniz que rozó el gol- el City puso tierra de por medio.
No habíamos alcanzado la hora de partido que Phil Foden dejó claro por qué es un futbolista que marca diferencias. Bernardo, que con un gran giro se zafó se su par, condujo en diagonal y, aunque perdió el balón, el prodigio de Stockport lo recogió para mandarla a guardar. Y lo hizo, al igual que Gvardiol, con su pierna menos buena. Y cuando partido parecía que iba a terminar tal y como empezó, con (otro) gol de Josko Gvardiol, Julián Álvarez, que ingresó en los minutos finales, convirtió un penalti provocado por Issa Diop, que vio la segunda amarilla. Que pase el siguiente.
SOLO DEBEN GANAR LOS DOS PARTIDOS QUE LES QUEDAN PARA LEVANTAR SU SEXTA PREMIER LEAGUE EN SIETE TEMPORADAS
GVARDIOL, QUE FUE CUESTIONADO POR SU APORTACIÓN OFENSIVA A PRINCIPIO DE CURSO, LLEVA CUATRO GOLES EN EL ÚLTIMO MES