La alargada sombra de Lopetegui
Los internacionales que deseaban la continuidad del técnico vasco siguen mostrando de forma pública su disconformidad
La herida por la destitución de Julen Lopetegui está costando mucho de cicatrizar. Los futbolistas han entendido que debían pasar página y ser “la familia” que tanto reclama Fernando Hierro, pero en sus declaraciones no esconden que no compartieron la determinación del presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, de prescindir del seleccionador guipuzcoano.
Saúl Ñíguez fue el último en pronunciarse al respecto. En una entrevista a Televisión Española, el centrocampista rojiblanco explicó que el cambio de seleccionador “nos descolocó, fue algo sorprendente. La decisión, pese a tener motivos y quizá sea con razón, algo en que los jugadores no entramos, creo que no fue en el momento adecuado. Julen se merecía seguir después de dos años trabajando con nosotros”. Las palabras de Saúl van en consonancia a las de Dani Carvajal, quien el día anterior afirmó en una entrevista a Movistar que “el plus que nos daba Julen es irremplazable por cualquier otro seleccionador”. En el caso de Carvajal se añadía el factor emotivo por su vinculación con Lopetegui. El lateral no olvida cómo el seleccionador se volcó con él nada más lesionarse en la final de la Champions League de Kiev. Lo llamó de inmediato y lo tranquilizó. Su presencia en el Mundial estaba asegurada, excepto que la rotura muscular fuera muy grave.
Lopetegui se había ganado al vestuario con su trato cercano y con una propuesta futbolística atractiva que motivaba a los futbolistas. Su marcha fue un golpe duro para muchos jugadores que vieron cómo el actual entrenador del Real Madrid se había mojado por ellos cuando nadie esperaba que podrían acudir a la selección. Apuestas como la de dejar fuera a Morata, los galones de Isco en el centro del campo o la llamada de un inédito ahora Odriozola en el lateral derecho son algunos de los ejemplos. Algunos futbolistas se sienten ahora un tanto huérfanos, si bien Fernando Hierro está realizando un gran esfuerzo para que todos estén integrados. El técnico, por ejemplo, dio minutos a Rodrigo, un futbolista con la clara marca de Lopetegui, ante Irán y piensa insistir para que nadie pueda pensar que está desplazado. Hierro no ha querido en ningún momento borrar la huella de Lopetegui. Ha mantenido a miembros del anterior staff, como los analistas de vídeo, y piensa mucho más en unir que en hacer valer su presencia. El actual seleccionador estaba próximo al equipo desde su cargo de director deportivo y conocer interioridades le da margen para gestionar al grupo, aunque deberá vivir con la sensación de injusticia que se mantiene en parte de la caseta.
Saúl mostró su discrepancia con la destitución porque “no era el momento adecuado”
Varios jugadores, como Carvajal, tenían un lazo afectivo con Julen y no han digerido su adiós