Con la magia de Iniesta
Quien más, quien menos, ha tenido que superar muchos obstáculos en su vida. Pero el caso de Labinot Kabashi (Vantaa, Finlandia, 28 de febrero de 2000) parece muy especial. Tiene solo 18 años pero ya ha pasado por momentos muy difíciles. Desde ver cómo su familia tenía que marchar de Kosovo por culpa del conflicto que se vivía, hasta superar tres lesiones importantes, rotura de los ligamentos cruzados de las dos rodillas y menisco de la rodilla izquierda. Y si dicen que lo importante no es las veces que nos caemos, sino las que somos capaces de levantarnos, él ya es un especialista en superarse a sí mismo. Sus primeros años de vida fueron una constante mudanza. Nació en Finlandia. De los 3 a los 6 años vivió en Kosovo. Regresó a Finlandia y cuando tenía 8 años sus padres, un hermano mayor que tiene y él mismo cogieron sus bártulos y el destino les llevó hasta el pueblo de Sallent, en la comarca del Bages. Fue precisamente en Sallent donde comenzó a jugar, con el Benjamín de primer año. Un año estuvo ahí, otro en el Gimnàstic de Manresa y de ahí ya al FC Barcelona, donde llegó en su primer año de alevín y tuvo como primer entrenador a Àlex Gómez.
Desde el primer momento que le vieron, los técnicos ya intuyeron en Labinot unas cualidades especiales. Para muchos, es el jugador con más calidad técnica del fútbol base barcelonista. También desde un primer momento no pudieron evitarse las comparaciones: “Tiene muchas cosas de Andrés Iniesta”, se decían entre sí los entrenadores. Y como las comparaciones son siempre odiosas, nos limitaremos a decir una cosa: será muy difícil que llegue a donde ha llegado el manchego, pero si Labinot Kabashi tiene un referente futbolístico ese es, sin ninguna duda, don Andrés. Jugador ambidiestro, puede jugar tanto de interior como de extremo. En las dos posiciones se desenvuelve muy bien.
Y como no todo pueden ser desgracias en esta vida, ‘Labi’ también ha tenido sus momentos de gloria. Uno de ellos fue el día que, con solo 16 años, hizo su debut con la recién creada selección absoluta de Kosovo. Todo un hito y una gran sorpresa (no tuvo conocimiento de nada hasta que se hizo pública la convocatoria) para este joven que la próxima temporada debe ser uno de los referentes del Juvenil A del FC Barcelona. El fútbol es muy importante, pero no lo es todo en esta vida. Por eso, a Labinot, cuando tiene ocasión, le gusta jugar al ping-pong y al pádel, aunque no sean dos deportes que se le den muy bien que digamos, en especial el pádel...