¡SIEMPRE ADELANTE!
6 Trailwalkers con esclerosis múltiple
Cuando Rakel García empezó a sentirse mareada a finales de 2012, ya había completado su primer Oxfam Intermón Trailwalker, una prueba por equipos de cuatro amigos que deben completar 100 km a pie todos juntos y que se comprometen a recaudar donativos que Oxfam Intermón destina a la lucha contra la pobreza y el hambre en más de 90 países. ªEs una prueba que me encanta porque tiene muchas de las cosas que más me gustan: acción social, naturaleza y amistad ±nos cuenta Rakel-; terminarla me produjo una gran satisfacciónº. Meses después de llegar a la meta por primera vez, empezó a notar falta de equilibrio y su médico de cabecera le recetó pastillas para el vértigo, pero pasados unos días fue a peor a pesar de la medicación, y el médico la envió a urgencias. ªYo llegué al hospital pensando en salir rápido, porque tenía que hacer la compra… y estuve allí una semana. Me confirmaron que era un problema neurológico y más tarde que se trataba de esclerosis múltipleº. ªDesde el primer momento lo interpreté como un mensaje de mi cuerpo, algo así como un porque estaba muy acelerada, era muy activa. Ha sido una lección de la vida para que vaya a otro ritmo. Ahora no me queda más remedio que descansar másº. ªYa había participado en un Trailwalker cuando me dieron el diagnóstico definitivo de esclerosis múltiple y en ningún momento me planteé dejar de hacerlo, me produce mucha satisfacción y ahora también me sirve como excusa para seguir activa. Si fuera por el cansancio que siento, me tumbaba en el sofá y no hacía nada más. Pero intento seguir haciendo algo de deporte, esquiar aunque sea un día al año, pese a la pierna izquierda, que me falla, ir en bici al trabajo aunque tengo problemas de equilibrio... No obstante, lo que más noto es cansancio, aunque también me afecta mucho a la dicción cuando estoy cansadaº. ªLo primero y más importante para afrontar una prueba de 100 km es preparar los pies. Empezar a entrenar pronto con las zapatillas y los calcetines que vas a usar, a poder ser, dos pares ±por si se mojan- y llevar las uñas bien cortadas. La clave está en sufrir poco de los pies. Si llegan los roces, las durezas, las ampollas… empiezas a andar mal y acaba doliéndote todo, desde los tobillos y las rodillas, hasta las caderas y el cuello. En lo que se refiere al entrenamiento físico, lo importante es andar, andar y andar. Yo empiezo a entrenar específicamente 4 meses antes de la prueba. Comenzar antes supondría salir a andar de noche y me cuesta muchoº. ªMe gusta mucho el deporte. Quise participar en la Trailwalker desde la primera edición que se realizó aquí en España, pero no tenía plaza. Para la segunda, en 2012, entré de rebote con un equipo de Mallorca. Hablamos por teléfono antes de la prueba, pero no nos conocíamos personalmente, ni teníamos claros los ritmos… Aun así, salió todo bien, fue una experiencia maravillosa y nos llevamos genial. Desde entonces, he participado en todas las ediciones con el equipo Onegin. Desde el año pasado, en la prueba de Euskadi, que es la que más cerca me pilla y la que más me gusta por la belleza del recorridoº. ªMi lema a la hora de afrontar la Oxfam Intermón Trailwalker es el mismo que para todo lo demás: sonríe, respira y ve despacio pero siempre adelanteº.