¿Tratamientos más eficaces?
El tratamiento de la meniscopatía depende de la edad y del tipo de lesión. En las lesiones traumáticas (rotura) en una persona joven el tratamiento consiste en una intervención quirúrgica mediante cirugía artroscópica. Con la artroscopia no es necesario abrir la articulación, y por dos pequeños orificios se realiza la reparación del menisco según el tipo de rotura, en unos casos realizando una sutura del menisco y en otros recortando solo la zona dañada del menisco (meniscectomía parcial). El paciente se va a su casa el mismo día de la cirugía. En lesiones degenerativas, depende también de la edad y el tipo de lesión. Si se trata de una degeneración sin rotura (lesión intrasustancia) que cursa con dolor, la opción más recomendable es la realización de unas infiltraciones dentro del propio menisco de factores de crecimiento de origen plaquetario (unas proteínas que extraemos de la sangre del propio paciente). En el caso de que el dolor se acompañe de rotura del menisco habría que realizar una cirugía artroscópica para reparar el menisco (en este caso suele realizarse una meniscectomía). En pacientes jóvenes que han presentado una lesión meniscal compleja y tras retirar el menisco completo (meniscectomía total) continúan con dolor, una opción terapeútica sería la realización de un trasplante meniscal, en el que se le implantaría un menisco de un cadáver.