NO LLEVAR FRONTAL EN LA MOCHILA

Una de las sensaciones más agobiantes en montaña es ver que cae la noche y que vas a quedar bloqueado porque no puedes desplazarte. Sí, bloqueado. Podemos caminar con poca luz unas horas o toda la noche con una linterna, podemos hacer señales con la luz del frontal, buscar el mejor sitio para resguardarnos hasta que se haga de día, mirar el mapa con la linterna y desplazarnos… pero nada de nada sin luz. ¿Te imaginas cruzar un arroyo a oscuras, caminar por la nieve sin referencias o seguir un sendero poco marcado sin luz? Tareas casi imposibles y que pueden acabar con toda nuestra energía. Pasar la noche al raso a pocos metros de una cabaña o no encontrar el sendero que está a diez metros pueden ser problemas que se solucionen con una simple acción: meter una linterna frontal SIEMPRE en la mochila. Cualquier linterna será de ayuda, pero mejor si deja las manos libres como las frontales que van en la cabeza. Las hay de más o menos potencia, más o menos autonomía y mayor o menor peso. Lleva siempre una con pilas de repuesto y la noche no será más que otra anécdota. Podremos comenzar nuestras jornadas al amanecer y, en caso de emergencia, apurar las horas de luz al atardecer. no entendamos por material de seguridad solo aquel material técnico de otras disciplinas, sino también un material básico para solventar incidentes o accidentes de poca índole pero que se pueden convertir en problemas graves si no se atajan con rapidez y soltura. El botiquín siempre ha de acompañarnos, con un mínimo que puede salvarnos el pellejo. Si nos duele la cabeza y no llevamos paracetamol no es un problema grave... no pasará nada más allá de un mal rato. Pero si quedamos bloqueados esperando un rescate o asistencia y no llevamos una manta térmica podemos llegar a la hipotermia. Con estos dos ejemplos queda marcada la diferencia entre lo que consideramos elementos mínimos de seguridad y los que no. Lleva siempre en el fondo de tu mochila: Manta térmica: no pesa y no ocupa. Nos protegerá del frío en caso de bloqueo. Punto de calor: una vela y un mechero. Junto con la manta térmica podemos entrar en calor en minutos. Hay velas espe- cíficas para esto que duran encendidas en torno a las 36 horas. Geles o alimentos energéticos de asimilación rápida: nos puede ayudar en situaciones de pájaras. Material de reparación: bridas, cinta americana o aguja e hilo, no ocupa, apenas pesa y podemos arreglar mochilas, calzado, etc. Guantes de repuesto: si se nos vuelan los guantes o se caen ladera abajo en un día de frío o ventisca pasaremos un mal rato si no tenemos posibilidad de usar el GPS, el mapa o el teléfono. El móvil cargado. Es tu única vía de comunicación.