AL PODÓLOGO?
Si nunca has visitado a un podólogo, ya va siendo hora de que lo hagas. Y si además te gusta correr, no tienes excusa: no hacerlo es tirar piedras contra tu propio tejado. Algunas de las razones para acudir a este especialista son:
PREVENCIÓN. Una pequeña molestia en los pies puede tratarse a tiempo y evitar problemas mayores a corto y largo plazo.
RENDIMIENTO. La práctica deportiva implica miles de repeticiones de un determinado gesto deportivo… que en la mayoría de los casos recae sobre tus pies, generando sobrecargas. Si cuidas tus pies aumentas tu rendimiento, ya que previenes lesiones y molestias y además podrás entrenar más y mejor.
CONOCER LA SALUD DE TU PISADA. Una mala pisada puede generar disimetrías, problemas de espalda, de articulaciones… Una revisión continuada es esencial.
ELEGIR EL ZAPATO MÁS ADECUADO PARA LA PRÁCTICA DEPORTIVA Y EL DÍA A DÍA. No necesita el mismo tipo de calzado una persona con el pie griego (con el segundo dedo más largo que el primero), egipcio (segundo dedo más corto que el primero, el caso más frecuente, por eso la mayoría de los zapatos se adaptan a esta forma) que una persona con el pie recto.
PREVENIR PROBLEMAS EN LA PIEL DE LOS PIES Y LAS UÑAS. El podólogo puede ayudarte a prevenir las ampollas y los callos (¡a quién no le han arruinado una carrera o un entrenamiento!). Los problemas en las uñas (hongos, uñas encarnadas y hematomas subungueales) son muy frecuentes entre los corredores Es aconsejable acudir al especialista antes que aplicarse autotratamientos que puedan retrasar la curación o incluso empeorar la situación.