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APRENDE A DESCONECTA­R

- Por RUTH FRAILE

20 claves que van a ayudarte a descansar de verdad este verano.

¡Por fin! Ya están aquí las deseadísim­as vacaciones. Un año entero esperando que llegue este momento. Llegados a este punto, es posible que hayas optado por un viaje planificad­o hace mucho tiempo o, quizá, no hayas tenido ni tiempo de decidir qué vas a hacer. Sea cual sea tu situación, aquí te dejamos 20 SUPERCONSE­JOS para aprender a desconecta­r durante las vacaciones.

1 CONECTA contigo mismo

Pon tus cinco sentidos al servicio de tus necesidade­s. Escúchate. Medita. Atiende a tu cuerpo a través de tu mente. Ahora tienes tiempo. Concédete el placer de saber cuáles son tus necesidade­s. Desde la escucha surgirá la acción. La más beneficios­a para ti y para todo lo que te rodea. Busca tu equilibrio porque será el punto de partida de las mejores vacaciones de tu vida.

2 CONECTA con la naturaleza

La mayoría de nosotros vivimos en ciudades donde se respira estrés y tecnología. Nos hemos olvidado de lo importante que es recordar que somos seres vivos y que formamos parte de la naturaleza. Reencuéntr­ate con el campo, con la montaña, con la playa. Camina descalzo sobre la arena, la hierba, el desierto o la roca y siente cómo eres una parte de este planeta.

3 SÉ POSITIVO

Las vacaciones son el momento ideal para entrenar nuestra mente hacia el pensamient­o positivo. ¿Cuánta energía gastamos durante el año en pensamient­os que no solo no nos aportan sino que nos desgastan cada día? Mantén tu mente abierta, relajada y positiva y tus vacaciones se llenarán de experienci­as energética­s muy útiles para la vuelta.

4 CUIDA tu salud

Llegan las vacaciones y nos volvemos locos con los excesos: ¡total, solo es en vacaciones! Estate alerta con tu salud porque, si te descuidas, todas esas cosas que llevas tanto tiempo queriendo hacer se irán al traste. Ya lo sabes, tu salud es lo primero. Descansa lo suficiente y más (ahora puedes) y aprovecha para poner atención a los puntos débiles de tu cuerpo: ese tobillo que siempre molesta en las carreras, ese codo que no apoya bien, esas lumbares doloridas, esas cervicales cargadas… Ahora es el momento de prestar especial atención y cuidarte un poco más. Hay que preparar el cuerpo para después, que luego decimos que no tenemos tiempo…

5 PREOCÚPATE de tu alimentaci­ón

Estar de vacaciones no significa que dejemos de lado nuestra alimentaci­ón saludable. Todo lo contrario. Este tiempo libre es el mejor momento para aprender a comer mejor, dejar de lado los alimentos que no nos sientan bien y optar por las recetas más saludables que nos proporcion­arán los nutrientes necesarios. Aprovecha el tiempo libre para aprender un poco más sobre alimentaci­ón saludable. Come en plato pequeño, aumenta tu consumo de frutas y verduras y deja de lado las grasas y el alcohol. El agua será tu mejor aliado para no deshidrata­rte, pero aprovecha tu creativida­d combinando zumos naturales de frutas diferentes. Ponte el disfraz de cocinero y crea platos sanos y refrescant­es. Ahora no tienes excusa: en vacaciones hay tiempo para cocinar.

6 SIN AUTOEXIGEN­CIAS

Como te propongas demasiados retos en vacaciones y empieces a incumplirl­os, te vas a sentir aún peor. Nuestro consejo es que vivas este periodo como el momento ideal para descansar el cuerpo y desconecta­r la mente de todo el exceso de informació­n al que están habitualme­nte sometidos. No te exijas demasiado, déjate llevar y quiérete si incumples. Nunca te castigues. No hay peor enemigo que nosotros mismos. Está bien que te comprometa­s con pequeños retos saludables, pero no te exijas más de lo que estás realmente preparado para vivir.

8 RÍE

Ese mismo estrés que invade nuestras vidas no nos deja ni reír lo suficiente. Estamos tan ocupados trabajando y sobrevivie­ndo que se nos olvidan aspectos básicos para nuestra salud mental. Nos quejamos de que no tenemos tiempo ni de tener buen humor. Pues este es el momento. Con la familia, los amigos o cualquier nuevo conocido de estas vacaciones. Una risa es una de las mejores aliadas de nuestras endorfinas, las moléculas de placer natural. Si se vendiera la risa, pagaríamos por ella. Es gratis y estamos de vacaciones, así que riámonos hasta de nuestra sombra.

7 Baja el RITMO

Uno de los grandes problemas de esta sociedad es el estrés. Ese que nos juega tan malas pasadas durante el año. Ahora ha llegado el momento de bajar el ritmo, decelerar hasta ajustarnos a la velocidad adecuada. La transición debe ser paulatina porque si pasamos de todo a nada es muy probable que nuestro si stema inmune se resienta, la movilidad se reduzca y empiecen los ªescondido­sº problemas de salud. Para aprovechar las vacaciones a tope hay que acostumbra­rse a el l as poco a poco. Somos como peces que nos cambian de pecera y, aunque el agua esté mucho más limpia y fresca, ya nos habíamos acostumbra­do a nuestro espacio anterior. No lo olvides. Los días previos a tus vacaciones, comienza a bajar el ritmo

9 NO PLANIFIQUE­S

Pasamos todo el año inmersos en calendario­s ocupaciona­les, trabajo, reuniones, vi sitas, traslados, médicos, entrenamie­ntos, compras, desplazami­entos. Todo debe estar perfectame­nte planificad­o para exprimir cada día al máximo. Las vacaciones son el mejor momento del año para vivir lo que surja. Incluso si has optado por un viaje organizado, intenta no planificar tu tiempo libre. Es importante que la mente descanse y una parte de nuestro cerebro intelectua­l y organizati­vo sienta que también está de vacaciones.

10 ADIÓS al reloj

Quizá te parezca una medida demasiado drástica, pero te proponemos que la pruebes al menos un dí a durante t us vacaciones. Abandona el reloj. No pienses en la hora ni en cuántos minutos debes terminar una tarea. Báñate en el mar mientras tengas ganas de nadar, pasea por el campo todo lo que te apetezca, come cuando tengas hambre (no a la hora de comer) y dedícale a la comida tanto tiempo como te apetezca, duerme cuando tengas sueño (no solo a la hora señalada para acostarte)… Déjate probar esta experienci­a al menos un día. Cuando escuches cómo se siente tu cuerpo gracias a la práctica vivida, quizá te plantees esta actitud durante muchos días más. A veces las cosas más sencil l as son l as que más nos cuesta asumir como necesarias y vivencialm­ente placentera­s.

11 Pon un límite AL MUNDO DIGITAL

Sabemos que es muy difícil, pero igual que con el reloj, prueba al menos un día estar desconecta­do del móvil, de las redes sociales, de la tableta, del ordenador, de la playstatio­n… Dile adiós a la tecnología y hola a la naturaleza. Después de las palpitacio­nes y el nerviosism­o inicial, te garantizam­os que lo vas a agradecer muchísimo. Hay que hacer actividad conductual para ser consciente­s de lo maravillos­o que es apartar las nuevas tecnología­s de nuestras manos por un día. Vas a descubrir cosas que habías olvidado y vas a sentir sensacione­s que ya no recordabas. ¡Atrévete!

12 Practica YOGA Y MEDITACIÓN

Si nunca lo has probado, las vacaciones son el momento ideal para aprender a practicar yoga. Si puedes hacerlo en la naturaleza, aún mejor. Si ya lo conoces, entenderás porque es tan útil para tus entrenamie­ntos, para preparar tu cuerpo, para estirar, para tu vida. Acompaña tu yoga con un tiempo de meditación final para aprender a sentir lo que te dice tu cuerpo. Cada mañana, cuando te despiertes, estírate como un gato y tu espalda te lo agradecerá. Realiza ejercicios de cuello de asentimien­to (arriba-abajo) y negación (derecha-izquierda) cuando te levantes cada mañana. Es un excelente antioxidan­te activo.

13 Date un CAPRICHO

Si por algo se distinguen las vacaciones es por ser especiales, un periodo corto, único, que debemos convertirl­o en exclusivo, realmente diferente a nuestro día a día. Aunque vivamos en un lugar paradisíac­o, las vacaciones deben distinguir­se por un cambio. Por eso, es un buen momento para darnos ese capricho para el que nunca tenemos tiempo: un masaje, la lectura de un buen libro, una cena especial con nuestra pareja, una noche de pesca en la playa con amigos o un picnic en la montaña. Simplement­e eso, al menos un premio dentro de nuestras merecidísi­mas vacaciones.

14 ACEPTACIÓN

Esta variable es muy importante tenerla en cuenta durante nuestras vacaciones si no queremos amargarnos nuestros días libres. No siempre todo sale a la perfección ni todo es el top 10 que esperábamo­s. Por eso debemos trabajarno­s la aceptación de las cosas tal y como son. Recuerda comportart­e como una brizna de hierba y déjate llevar por el río.

15 Baja la INTENSIDAD

Aunque seas un loco del deporte, aunque no sepas vivir sin moverte a tope, en vacaciones baja un poco la intensidad. Recuerda que es un periodo ideal para el descanso y que tus músculos y tus articulaci­ones también te lo agradecerá­n. No te machaques en vacaciones. Realiza ejercicio físico más moderado porque potenciará tu vitalidad. Aprovecha para probar otros deportes que no acostumbre­s a reali zar, pasea, nada y no dudes en reali zar caminatas de montaña. Pon a la naturaleza de tu parte y te sentirás una parte más de esa naturaleza.

16 DISFRUTA de la familia y los amigos

Las vacaciones son un momento estupendo para reencontra­rnos con las personas que queremos y dedicarles todo el tiempo que merecen y merecemos y del que habitualme­nte carecemos. Son un momento mágico para conversar sin prisa con nuestra familia, para tener esas charlas interminab­les con nuestra pareja y para alargar sobremesas con los amigos. Date la oportunida­d de disfrutar a tope de esos momentos. Ahora no tienes prisa. Ahora hay ti Ah h Y i l

17 PREPARA tu equipaje

Puede ser una de las razones que más estrés nos genera en nuestras vacaciones: preparar las maletas. Tómate tu tiempo, visualízat­e en el futuro inmediato vacacional, respira hondo y trata de convertir ese momento poco agradable en un acto divertido y participat­ivo de todos los componente­s del grupo. Que una maleta no te amargue tus vacaciones. Haz una lista con tranquilid­ad y chequea que no se te olvide nada importante.

18 RENTABILIZ­A tus escapadas cortas

Si este año no puedes permitirte unas vacaciones suficiente­mente largas en toda regla, haz que tus minivacaci­ones sean muy rentables: disfrútala­s a tope. Recuerda los consejos anteriores y ponlos a prueba en un periodo de tiempo mucho más corto. A veces, un fin de semana largo bien aprovechad­o puede ser una medicina más saludable que unas largas vacaciones.

19 Si vuelas, ESTIRA

Presta una atención específica en los viajes en avión, especialme­nte si son trasatlánt­icos porque el entumecimi­ento, unido al jetlag, pueden jugarte muy malas pasadas. Haz ejercicios en giro repetido circular de tobillos y muñecas. No dejes que se duerman tus pies y tus manos, y evita retener líquidos que generan hinchazón. Levántate al menos cada hora y camina por los pasillos del avión. Si puedes, realiza estiramien­tos de brazos para alargar la columna. Hacer todo esto cambiará completame­nte tu perspectiv­a en el lugar de destino.

20 CONVIERTE AL DINERO en tu mejor aliado

Este consejo es para las vacaciones del próximo año. Planifícal­as desde que termines estas para que las cuestiones económicas no sean las razones de tu falta vacacional. Si cada mes ahorras el 10 % del dinero que quieras destinar a tu futuro gasto vacacional, al cabo de un año habrás conseguido ahorrar lo suficiente para cumplir tu sueño. ¡Anímate al ahorro!.

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