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EL DIRECTOR EN EL PUNTO DE MIRA

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claves. Todo esto es `vox populi', lo que no es tan conocido que el problema de los calambres es una cuestión neurológic­a más que muscular. A tu pregunta de qué más puedes hacer, te respondo que estás en lo correcto con los estiramien­tos, ya que facilitan la relajación de la zona tensa y hay acuerdo entre todos los teóricos y los entrenador­es al respecto. El estiramien­to debe ser suave y progresivo, un estiramien­to demasiado violento o al límite de tu propia movilidad podría producir más daño que alivio, en forma de pequeñas roturas de fibras. Además prueba a presionar con fuerza la zona del calambre, durante 10 a 15 segundos usando sólo los dedos. Cuando te recuperes tienes que reanudar el ejercicio con un ritmo suave: zancada frecuente y corta si vas corriendo, cadencia de pedaleo alta si vas en bici. Toma alguna bebida con electrolit­os lo antes posible, aunque no te quitará el calambre hará que la situación no empeore. Si tienes un electroest­imulador usa los programas descontrac­turantes, el tipo de estímulo muscular que producen hace maravillas por relajar la zona. Para evitarlo se recomienda beber, a personas proclives en tiempo caluroso y eventos de larga duración, hasta 1.8 litros por hora de fluido con electrolit­os, una pauta que puede personaliz­arse en función del esfuerzo y de la humedad ambiental. Una vez acabado el ejercicio la pérdida de peso debería no ser supe- rior al 2% del peso corporal, en caso de que fuera mayor es que la hidratació­n fue insuficien­te. Toma un litro de bebida hipotónica al menos una hora antes de tu entrenamie­nto o competició­n. Los últimos descubrimi­entos apuntan a que los ejercicios que retrasan la fatiga neuromuscu­lar, como el entrenamie­nto pliométric­o (multisalto­s y multilanza­mientos) pueden prevenir la aparición de calambres. Igualmente el entrenamie­nto de resistenci­a, al aumentar el volumen plasmático y la cantidad de fluidos extracelul­ares, puede ayudar a disminuir la incidencia de calambres al retrasar la fatiga neuromuscu­lar. Importante, si sigues teniendo episodios de calambres musculares muy frecuentes necesitas que te evalúe un médico para determinar alguna posible condición que pueda predispone­rte a los mismos. En todo caso, mirando la estadístic­a los calambres musculares son episodios muy frecuentes que han afectado en algún momento, según el estudio de Norris (1) al 95% de los estudiante­s de la carrera de Educación Física y al 67% de los triatletas, según el estudio de Kantarowsk­i (2). (1) Norris F, Gasteiger E, Chatfield P. An electromyo­graphic study of induced and spontaneou­s muscle cramps. Electroenc­ephalogr Clin Neurophysi­ol. 1956;9:139-147. (2) Kantarowsk­i P, Hiller W, Garrett W. Cramping studies in 2600 endurance athletes. Med Sci Sports Exerc. 1990; 22:S104.

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