HIGH INTENSITY FUNCTIONAL TRAINING, ENTRENAMIENTO FUNCIONAL DE ALTA INTENSIDAD
Si analizamos la composición de las salas de fitness en la última década podemos observar como las múltiples máquinas de placas, aquellas en las que tan solo tienes que mover una carga con un movimiento guiado por la propia máquina, han ido cediendo paso paulatinamente a las poleas, espacios abiertos y estaciones multifuncionales donde podemos amarrar gomas, hacer ejercicios con nuestro propio peso, colgar un TRX, etc. Los gigantes del sector del fitness se han dado cuenta y apuestan por este tipo de entrenamientos pero la realidad es que cada vez tenemos menos tiempo para llevar a cabo nuestras rutinas y es aquí donde surgen los HIFT. La mezcla ideal entre entrenamientos de alta intensidad con ejercicios de marcado carácter funcional. Antes de comenzar a entrenar deberíamos recordar que debe tener una rutina o un ejercicio para considerarse funcional. Para que una rutina deje de ser una acumulación de ejercicios encadenados, uno tras otro y pase a ser un entrenamiento funcional de calidad, que busque mejoras y transferencias positivas hacia nuestro día a día, debe cumplir unos requisitos previos.
1\ TRABAJO DE CORE INTEGRADO
Favorece el aumento de fuerza general debido a que el trabajo sobre el núcleo del cuerpo tiene una influencia directa en el resto de la musculatura del cuerpo. Mejora la higiene corporal ayudando a evitar tensiones excesivas sobre la región lumbar y los erectores espinales. Ayuda a evitar lesiones y sobrecargas musculares derivadas de malas posturas. Un core bien trabajado es capaz de transmitir fuerza a las extremidades inferiores y superiores de una forma más eficaz, algo fundamental para aumentar tu rendimiento y capacidad física.
2\ IMPLICA AL EQUILIBRIO DINÁMICO Y PROPIOCEPCIÓN
El sistema propioceptivo regula la dirección y el rango de movimiento de nuestras extremidades, tronco y cabeza, en relación con el entorno en el que nos movemos. Se encuentra estrechamente relacionada con el equilibrio, la coordinación y la capacidad de respuesta del sistema nervioso central y es capaz de influir notablemente en el rendimiento deportivo. Por lo tanto, podemos decir que la propiocepción es la mejor fuente de información para tener un buen control neuromuscular y una mejor estabilidad articular funcional.
3\ REQUIERE TRABAJO MULTIARTICULAR EN VARIOS PLANOS DEL ESPACIO
Un verdadero entrenamiento funcional se caracteriza por activar nuestro organismo con la intención de mejorar nuestra coordinación, nuestra fuerza, agilidad y eficiencia neuromuscular. Para ello debemos movernos y ejercitarnos en todos los planos del espacio y utilizar los rangos de movimiento natural, evitando los ejercicios que utilizan a la musculatura de forma localizada y aislada.