LEGGINGS ASESINOS
Ya son más de ciento cincuenta los damnificados por unos leggings pertenecientes a la última colección de ropa deportiva de la polémica diseñadora Gigi Moloko, conocida por la radicalidad extrema de sus creaciones. Mareos, pérdidas temporales de visión, ataques de epilepsia, crisis de ansiedad o caída del vello axilar son solo algunos de los síntomas que han manifestado decenas de ciudadanos tras mirar durante unos segundos las extravagantes mallas de la exclusiva marca Lokomokko. Las autoridades sanitarias han procedido a exigir con carácter de urgencia la retirada del mercado de los leggings estrella de la colección, el modelo Fluorescent Piranha, presuntos causantes del cien por cien de los ingresos hospitalarios. Las polémicas mallas combinan el animal print —cebra con base amarilla fluorescente en una
pierna y leopardo con base fucsia neón en la otra— con más de quinientos corazoncitos reflectantes, lentejuelas multicolor, formas psicodélicas tornasoladas, pirañas con efecto 3D y una luz led de color rojo — situada en la zona superior de los glúteos— que se desplaza de lado a lado, simulando la característica luz roja que lucía Kitt, el protagonista de "El coche fantástico", en la mítica serie de los ochenta. Tras una semana ingresado en el hospital, Genaro Borregán nos ha contado la dramática vivencia que estuvo a punto de costarle la vida: a sus 64 años, Genaro trotaba a ritmo suave por el paseo marítimo de Torremolinos cuando, de pronto, una joven runner que lucía los leggings de la discordia lo adelantó. «La chica iba un poquito más rápido que yo», afirmaba con la mirada húmeda, para entonces tragar saliva y proseguir: «Y bueno, claro, ella empezó a correr delante de mí unos metros, y… no es que yo le mirase el cu… el trasero, pero… claro, la vista se me fue a la lucecita roja, que hacía ping, pang, ping, pang… y luego solo recuerdo que miré un segundo las mallas esas con tantos colorines y cosas raras, que noté un pinchazo en el ombligo y que los ojos se me quedaron como entrecruzados. Y mi siguiente recuerdo ya es de cuando me desperté en el hospital». Según Jony Cardozo, el chico que llamó a la ambulancia tras encontrárselo convulsionando en el suelo, Genaro estuvo al borde de la muerte. «Pos la verdad es que me costó mazo calmar al pobre pavo», nos confesaba el chico, «porque estaba to loco y no paraba de vomitar, de pegarme capones y de repetir que le perseguía una piraña montada en una cebra y otras movidas rarísimas». Por suerte, todos los ingresados están ya fuera de peligro, aunque un comité de expertos está valorando si los demás leggings de la colección, concretamente los modelos Crazy Flamingo y Psycho Squirrel, podrían entrañar también algún tipo de riesgo para la población. Seguiremos informando.