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¡Y ella acabó la Transalpina!
La portada de nuestra lectora: Raquel Castillo, lee su historia en
Raquel Castillo fue diagnosticada de un linfoma de Hodgkin hace 5 años, siempre había hecho mucho deporte, pero tras el diagnóstico y tratamiento le prescribieron vida tranquila, porque sería difícil que recuperara toda su capacidad pulmonar.
Al principio hizo caso a los médicos, pero cuando ya había conseguido vencer a la enfermedad decidió que debía recuperar poco a poco y a su ritmo una de sus grandes pasiones, el deporte, y así lo hizo. El primer gran paso fue salir a caminar:
“Al principio salía a andar, me llenaba la mochila y poco a poco iba moviéndome, empecé llevando un pulsómetro porque no podía pasarme con las pulsaciones, luego interioricé las sensaciones y ya no tenía que usarlo”.
Así, a los 8 meses de recibir el autotransplante de médula, Raquel ya estaba cruzando los Pirineos en autosuficiencia, tardó 36 días en realizar 800 km andando: “Mi cuerpo me pedía vivir, y mi reto principal se convirtió en probar mis límites e ir traspasándolos poco a poco. Antes de la enfermedad hacía mucha bici de montaña, pero tuve que dejarla hasta el año pasado que me atreví a volver a probar. Hace 3 años que me curé, pero tardé dos más en salir con ella”.
Y si solo fuera salir, pero el reto de Raquel fue mucho más, este verano afrontó nada menos que 500 km con 14.000 m de desnivel en los Alpes, entre un pueblecito alemán, Garmisch, Austria, Suiza para acabar en Italia, en el lago de Garda.