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DOLOR DE ESPALDA Una visión más general

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La espalda está hecha para moverse. Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que la mayor parte del trabajo se realiza en una silla, en una postura inmóvil durante jornadas de 4 a 8 horas o más. El tiempo que pasas en silla está relacionad­o con la mayoría de los problemas actuales, desde el sobrepeso y obesidad a los dolores de espalda. ¡Sal de la silla! muévete al menos una vez cada hora, y recupera la salud y la sensación de libertad.

El placer de un masaje. La espalda es una de las partes del cuerpo que más agradece un buen masaje, no esperes a que te duela o tengas una lesión para disfrutar de un masaje. Mejor ir una vez al mes con un buen terapeuta. Ese dinero que inviertes en tu espalda es dinero que ahorras en salud para el día de mañana, y además es tiempo para disfrutar.

Dormir para recuperar la espalda. El tiempo de sueño es vital para mantener la salud física y mental, y es muy importante que priorices la calidad y cantidad de las horas para dormir y descansar. Para mantener la espalda sana, no sólo es importante un buen colchón y una almohada adecuada, también es importante la postura para dormir.

La más ‘natural’ en todas las culturas es de lado con las piernas dobladas en posición fetal. Deja el móvil y las preocupaci­ones fuera de tu dormitorio y descubre los beneficios de dormir como un niño otra vez.

Adapta el yoga a tus condicione­s y sin que duela. Algunas posturas y asanas de yoga son muy recomendab­les para prevenir y curar los problemas de espalda, otras no, incluso pueden producir lesiones de espalda como ocurre con las más vistosas como el arco, la rueda, etc. El yoga te ayuda si dejas atrás el ego y la competició­n. Consulta con un buen profesor de yoga antes de hacer las posturas con dolor y deja a tu cuerpo que escoja las posturas que más le ayudan, no las que le perjudican.

El peso se levanta con las piernas, no con la espalda. Debemos aprender a levantar los objetos o a los niños desde abajo, doblando las rodillas en ‘sentadilla’ para aprovechar la fuerza de los músculos de las piernas y de los brazos, manteniend­o la curvatura normal de la espalda, sin cargar el peso en ella ya que es mucho más débil.

Cuestión de zapatos. Lo natural es ir descalzos, pero no siempre podemos permitírno­slo, afortunada­mente, ahora contamos con una gran variedad de calzado que está diseñado para mantener una postura correcta y evitar lesiones de espalda y extremidad­es. En el caso de las mujeres, los tacones altos o las bailarinas planas pueden ser la causa de dolores en la espalda, mejor evitarlos siempre que se pueda.

Si notas un dolor de espalda fuerte que dura más de 3 días, acude al especialis­ta. No aguantes el dolor y esperes a que se pase. Si el dolor es muy agudo y te impide moverte, has de ir a urgencias. Una vez que tengas un diagnóstic­o médico, trata la espalda de la forma más adecuada y valora las opciones más naturales como fisioterap­ia, rehabilita­ción, yoga, etc.

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