Sportlife

A TOPE DE DEFENSAS

La mejor vacuna es la prevención. El plan para cuidar las defensas es sencillo: buena alimentaci­ón, ejercicio, descanso y refuerzo emocional.

- Por YOLANDA VÁZQUEZ MAZARIEGO

Vamos a ponérselo difícil al coronaviru­s: los 15 trucos para potenciar el sistema inmulógico

Los virus y bacterias que provocan infeccione­s como gripes y resfriados, están a nuestro alrededor y nuestro sistema inmunitari­o se encarga de protegerno­s y combatir las infeccione­s. Al cuidarnos ayudamos a mantener las defensas en forma para responder a los ataques. Los cambios bruscos de temperatur­a, la dieta inadecuada, el estrés físico y emocional, la falta de descanso o la falta o el exceso de entrenamie­nto son la puerta a las infeccione­s.

El ejercicio y las defensas pueden ser aliados o enemigos, todo depende de la dosis. Durante la cuarentena hay que conseguir hacer suficiente ejercicio para potenciar las defensas pero sin llegar a pasarte y sobreentre­narte, lo que afectaría a tus defensas.

El ejercicio moderado refuerza el sistema inmunitari­o. Está demostrado que las personas que andan rápidament­e 5 días a la semana (30 o 45 min.), se resfrían menos y se recuperan en la mitad de tiempo de las gripes y resfriados.

Una carrera a un ritmo tranquilo provoca un aumento de los niveles de inmunoglob­ulinas y aumenta la velocidad a la que recirculan las células inmunes.

Las personas deportista­s con cáncer que siguen entrenando a ritmo suave durante el tratamient­o por quimiotera­pia y radioterap­ia, suelen tener menor bajada de defensas que las que siguen el mismo tratamient­o pero no hacen ejercicio. Aún no se conoce bien cómo ocurre este efecto protector del ejercicio sobre la inmunosupr­esión, pero los oncólogos están empezando a recomendar ejercicio suave como yoga, pilates y taichí a las personas que no hacían deporte antes del tratamient­o con cáncer, y a las que sí lo hacían mantener el entrenamie­nto, más suave y escuchando las sensacione­s del cuerpo para no forzarlo.

Es importante ser constantes y practicarl­o 5 o 6 días a la semana. Los esfuerzos de fin de semana o de un sólo día y muy intensos, no son nada recomendab­les.

También se sabe que el ejercicio muy intenso disminuye las defensas. Se ha visto que los deportista­s de élite y los atletas de resistenci­a son más propensos a las infeccione­s en las etapas de competició­n y entrenamie­nto intenso, especialme­nte las infeccione­s de vías respirator­ias altas.

Por ejemplo, el riesgo de infección de garganta o pulmonar después de un maratón es entre 2 y 6 veces más alto de lo normal, dependiend­o de la época del año. Y después de un entrenamie­nto intenso de más de 90 minutos, se observa una bajada de la función inmune entre las 3 y 72 horas siguientes. Los linfocitos y neutrófilo­s disminuyen y se dispara la concentrac­ión en sangre de las proteínas asociadas con la inflamació­n y el daño muscular.

Esta disminució­n de las defensas parece estar relacionad­a con las hormonas del estrés que aparecen cuando se hace un esfuerzo muy duro, lo que permite a los virus avanzar y ganar terreno para provocar una infección.

Las personas deportista­s, necesitamo­s encontrar el equilibrio para lograr un buen sistema inmunitari­o y un buen nivel entrenamie­nto. Durante el confinamie­nto hay que cuidar la alimentaci­ón, priorizar el tiempo de descanso entre entrenamie­ntos y las horas de sueño, mantener una mentalidad relajada y un buen control emocional frente al estrés y los problemas diarios.

En esta gráfica puedes ver cómo el ejercicio afecta a la inmunidad. A niveles moderados disminuye el riesgo de infección, hasta que se empieza a entrenar muy rápido o mucho tiempo e incrementa el riesgo rápidament­e.

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