1500 METROS… MAS OTROS 41 KILÓMETROS
El veterano del grupo era el campeón olímpico de los 1500 metros en los Juegos de Barcelona Fermín Cacho. El soriano, afincado en tierras andaluzas (en Andújar) tras su retirada del tartán, ya intento ser finisher en Sevilla en 2019. Entonces, pese a la compañía de su paisano y amigo íntimo Abel Antón de “liebre”, no pudo pasar del kilómetro 22. Pero entonces juró que volvería y esta vez sí, Fermín consiguió su medalla.
“Fueron Abel y Martín Fiz los que me animaron, que me veían mal físicamente y empezaron a pincharme. Dijeron que un gran reto podría ayudarme a conseguirlo.
He sido deportista profesional, medalla de oro y de plata en los Juegos Olímpicos, pero desde 2018 soy deportista popular. No empecé de cero, empecé de menos 25. Este año no era para mí una revancha del año pasado, simplemente una continuación del reto. Vine mucho más preparado, había hecho rodajes con Abel de hasta 22 km, y sobre todo con 20 kilos menos porque había cuidado mi dieta”.
Se le iba a resistir esa meta a Fermín y eso que contaba el apoyo incondicional del hombre que en esas mismas calles se proclamó campeón del mundo de maratón. Abel Antón nos decía antes de salir que “a nivel psicológico es importante para Fermín conseguirlo esta vez; yo voy a hacer lo imposible por llevarle a la meta. Vamos a ir a ritmo de acabar en 4 horas”. Fermín, con problemas musculares, empezó a pasarlo mal a partir del km 25 (tras pasar como un reloj suizo por la media en 1h 59’ 40”), tuvo que ir alternando correr-caminar, pero con Antón a su lado y con el mismo coraje que hace 25 años le convirtiera en mito en la recta de meta del Estadio Olímpico de Montjüic, alcanzaba la meta con el crono en las 4h 20’ para fundirse en un emocionante abrazo con Abel.