NO ES LO MISMO DENTRO QUE FUERA
El rodillo nos ayuda en situaciones en las que no podemos pedalear al aire libre, como la que estamos viviendo en estos momentos. También es ideal para hacer un calentamiento, estático, antes de una competición o para hacer una vuelta a la calma, estática, después de un esfuerzo extremo.
Ahora bien, no es lo mismo pedalear en la montaña o en el asfalto que hacerlo en nuestro hogar. Carlos, nos da su punto de vista: “Podríamos decir que una hora de rodillo equivale a dos al aire libre, algo aproximado, nunca exacto. El tiempo en el rodillo cuenta más que fuera porque no existen las bajadas, siempre estás empujando los pedales. Tampoco varías mucho la posición, no te pones tanto de pie para que los cuadros no sufran (en una bici indoor sí que puedes ponerte de pie con mayor asiduidad). Otro aspecto fundamental es que pierdes mucho más líquido, por eso hay que hidratarse muy bien. Lo recomendable, para pedalear en casa, hacerlo en terraza o jardín si tienes la posibilidad y si no es así, abre las ventanas. El flujo de aire también es importante, por eso si puedes poner un ventilador frente a ti, excelente”.