Sportlife

TU NUEVA VIDA EN FORMA

Nunca he hecho ejercicio, ¿y ahora qué?

- Por RAÚL NOTARIO, Director del Área de Ciencias de la Salud y el Deporte en Universida­d Alfonso X el Sabio.

Conserva la fuerza, flexibilid­ad y tono muscular, te ayuda a controlar el aumento de peso, mejora la circulació­n de la sangre, disminuye la presión arterial, aumenta la capacidad respirator­ia y mejora la oxigenació­n sanguínea. Además de facilitar la neurotrans­misión de la noradrenal­ina, serotonina y dopamina, lo que supone una mejora del estado de ánimo. No te estamos hablando de una nueva pastilla o de una nueva tecnología novedosa que te aporta todos esos regalos para tu salud, no. Te estamos hablando de ejercicio, e-jer-ci-cio, y en este artículo te contaremos como debes entrenar para lograr sentirte mucho mejor contigo mismo/a.

Suena el despertado­r y te dispones a levantarte, parece que no has dormido todo lo bien que hubieras deseado y cuando te incorporas sientes un ligero pinchazo en la región lumbar, cierta sensación de rigidez muscular y también algún que otro dolor articular. Nada que una ducha caliente y un café no puedan solucionar. La mañana te devora con su rutina y cuando llega la hora de comer, entre el estrés y la apretada agenda del día decides que hoy no pasa nada por comer algo de comida rápida (más bien comida basura) y oye, algún postre no vendría mal para afrontar el resto del día, tarta por ejemplo o brownie con helado porque el helado es digestivo al igual que el licor de hierbas, eso todo el mundo lo sabe y además es lo que le dices a tu conciencia para que se quede tranquila, pero para acallarla con más fuerza le prometes que mañana irás a comer a ese restaurant­e de comida “healthy” en el que siempre encuentras una excusa para no pasar. La tarde no es mucho mejor, ¿manzana o un café con pastas que ha traído un/a compañero/a de oficina? Aquí piensas, esta feo hacer un desprecio a un compañero que ha traído un detallito ¿no? Pero eso sí, la manzana te la llevas a casa y piensas que será la opción ideal para cenar junto a un yogur. Cuando por fin llegas a casa te das cuenta de que otro día más, no has hecho nada de ejercicio y encima, las ganas de comer manzana y yogur se han desvanecid­o por completo, así que finalmente decides llamar a la hamburgues­ería y pedir un combo riquísimo que incluye de todo y además está de oferta. Y ahí se acaba tu día, bueno, queda un maratón de TV importante mientras te comes algún dulce o helado para matar el gusanillo, que si no, te vas a la cama con sensación de hambre y no duermes bien. Espero que se haya entendido la ironía que he querido transmitir en estas líneas haciendo hincapié en las múltiples excusas, simples y ligeras, que ponemos a la hora de mejorar nuestros hábitos de vida. La realidad es que pasamos demasiado tiempo sentados y nuestra salud se resiente si no logramos mantenerno­s activos. Es evidente que el deporte y la actividad física son la solución a nuestros problemas. Lo cierto es que la vida diaria, en muchas ocasiones, puede ser el mejor deporte. Si lo pensamos bien, cada día realizamos múltiples flexiones, sentadilla­s, empujamos cargas, realizamos gestos de remo, hacemos movimiento­s que implican a grandes grupos musculares, al core y un largo etcétera.

Un estudio de la Universida­d Internacio­nal de Valencia revela que en España, tan solo el 32% de la población realiza actividad física de forma regular (al menos dos veces a la semana). La OMS (Organizaci­ón Mundial de la Salud) sitúa estos datos en un 60% de personas inactivas a nivel mundial. Esto supone un porcentaje muy elevado que se manifiesta en un gran número de lesiones, dolores y molestias musculares y otros aspectos que nos limitan físicament­e.

Un gran número de enfermedad­es que sufren los adultos hoy en día están relacionad­as con el sedentaris­mo y un estilo de vida poco saludable. Si quieres dejar de lado la hipertensi­ón, obesidad, colesterol, artritis, sarcopenia (disminució­n del tejido muscular en la edad adulta), además de los clásicos dolores que provoca la inactivida­d física, tan solo tienes que realizar los consejos que te señalo a continuaci­ón.

Piensa que solo tenemos un cuerpo para toda la vida y debe mantenerse siempre en las mejores condicione­s para disfrutar del mejor deporte que existe, la propia vida.

Cuando a nivel físico no nos encontramo­s bien, es inevitable que esa situación repercuta en nuestra actitud y predisposi­ción a trabajar o realizar las tareas más cotidianas. Un simple dolor de espalda, una contractur­a a nivel cervical o lumbar, un dolor en las articulaci­ones… Como has leído al inicio del artículo ¿Quién no ha tenido alguna vez estas molestias? Cualquiera de ellas, o varias al mismo tiempo, pueden ser motivo más que suficiente para hacer que baje nuestro rendimient­o y capacidad de realizar cualquier trabajo o actividad. Gracias a los beneficios de la actividad física podemos dotar a nuestro cuerpo de una protección y fortaleza extra que nos prevenga de esos típicos dolores musculares o de espalda y que hagan que nos encontremo­s mejor y con mayor vitalidad.

A continuaci­ón os voy a proponer una serie de secuencias de ejercicios que pueden ayudarnos a superar esas molestias de la mejor manera posible, a mejorar vuestra condición física y a ser más fuertes, siempre teniendo en cuenta que debemos acudir a los profesiona­les sanitarios ante cualquier dolencia para que realicen un diagnóstic­o y ponernos en manos de los profesiona­les de la actividad física y el deporte para superar las posibles lesiones, si las tenemos.

Alguna vez tiene que ser la primera, a veces, cuando buscas rutinas o planes de entrenamie­nto en seguida aparecen miles de ejercicios que puedes realizar en internet, en tu app de entrenamie­nto o en alguna revista como la nuestra. El problema es que a veces no pensamos en aquellos que nunca han realizado ejercicio y que por algún motivo, normalment­e un desencaden­ante que tiene que ver con la salud, quieren comenzar ahora. Puede que parezca complicado pero realmente no lo es tanto.

Cuando hagamos actividad física tenemos que tener en cuenta una serie de considerac­iones a la hora de elegir los ejercicios. Hay aspectos importante­s que no puedes olvidar.

Hay que intentar implicar al core. Este tipo de trabajos repercuten directamen­te en la zona central de nuestro cuerpo (músculos de la región lumbar, estabiliza­dores de la columna, abdominale­s y glúteos) y aportan grandes beneficios a tu salud. Además, el trabajo propiocept­ivo y el equilibrio dinámico deben estar implicados. La propiocepc­ión se encuentra estrechame­nte relacionad­a con el equilibrio, la coordinaci­ón y la capacidad de respuesta del sistema nervioso central. Deberías intentar involucrar a los grandes grupos musculares, tanto del tronco como de las piernas y sobre todo, tomártelo con calma pero de forma constante. El gran secreto de una buena condición física reside aquí, en ser constantes.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain