HOY ES EL MEJOR DÍA PARA HACERTE CORREDOR
Rompe la barrera inicial, solo tienes que ser capaz de caminar
Todo lo que debes saber para empezar a correr.
Nada me gustaría más que muchos de los que habéis abierto este artículo os convirtáis en corredores para toda la vida. Si de algo estoy seguro después de estar toda la vida corriendo, es que corriendo uno es más feliz. ¡Bienvenidos al mundo del running! ❯PASO A PASO
Caminar a paso vivo es uno de los mejores ejercicios aeróbicos y el más sencillo y fácil de ejecutar. Andar es la mejor forma de empezar a hacer ejercicio y puede ser una de las mejores medicinas para las personas predominantemente sedentarias y estresadas. Mejora el sistema cardiovascular, mejora el tono general de los músculos de las piernas, ayuda a encontrar el peso ideal y siempre sin lesiones. Cada vez más se convierte en la antesala del trote o la carrera a pie. Desde luego es el mejor método y el más lógico para iniciarse en el mundo de las carreras. Primero sólo andando, después combinando correr con andar (con los ca-cos), para llegar solo a correr sin caminar. Su mayor ventaja es que disminuye a un riesgo casi nulo el fallo cardiaco repentino.
Al andar se usan los mismos grupos musculares que al correr, pero los estímulos que reciben las fibras son diferentes, porque dependen del volumen e intensidad de actividad muscular, que aumenta al incrementar la velocidad del que corre. De ahí la gran importancia de iniciarse en el ejercicio de andar como antesala al trote o la carrera.
¡DECÍDETE YA!
Aquellos que hoy mismo hayan decidido dar el primer paso andando, habrán tomado una decisión importante en su vida. Su mente y su cuerpo se tendrán que adaptar a la nueva situación, pero no les será difícil. Lo más aconsejable es empezar caminando suave, dando un paseo largo. Durante los siguientes días, conseguirá incrementar el ritmo sin darse cuenta. Varias semanas después podrá caminar a ritmos más elevados durante una, dos, o más horas, sin aparente esfuerzo. Con ello ya se sentirá mejor física y anímicamente, con buen humor, lleno de vida, cargado de energía y mucho más sano. Andar proporciona un increíble tono en las piernas, para los menos jóvenes les recordará su mejores tiempos.
¿DE QUÉ LE SIRVE ANDAR AL QUE QUIERE LUEGO CORRER?
Le ayudará a mejorar su capacidad aeróbica (para poder correr luego con soltura), a fortalecer y equilibrar sus grupos musculares, a adaptar y fortalecer los tendones, y a reducir el riesgo de lesiones.
¿CUÁNTOS DÍAS A LA SEMANA?
Si solo caminas, con cinco días a la semana es suficiente, pero sí lo haces suave y durante menos de 90’ podrías salir los 7 días de la semana. En cambio, cuando se da el paso a combinar carrera a pie con caminata no se debe hacer más de cuatro días a la semana. Lo ideal son tres. Pues el organismo necesita más de 24 horas para recuperarse correctamente y asimilar el trabajo realizado. De este modo se mejora antes (aunque parezca una paradoja) y con más seguridad. Combinar carrera a pie con caminata no se debe hacer más de cuatro días a la semana. Lo ideal son tres.
LA FORMA MÁS NATURAL DE PERDER PESO
Las personas que son sedentarias y que nunca o muy pocas veces han realizado ejercicio de forma regular, o que consideran que tienen que perder peso y les da miedo ponerse a entrenar de golpe, deben saber que el beneficio de las caminatas puede ser doble o triple, mientras que el esfuerzo es mínimo, pero siempre pensando a largo plazo. Las que se decidan a empezar entrarán en una nueva etapa de su vida; pues mejorarán notablemente su salud, perderán peso, mejorarán mucho su bienestar, se sentirán mejor consigo mismas, con mucha más energía, verán todo de modo más positivo y dormirán como niños. Y es que las caminatas regulares, durante varios meses seguidos, te pueden devolver el nivel de colesterol de la adolescencia, regenerarte los pulmones, reducirte la presión de la sangre y desacelerarte el pulso. Además te pueden ayudar a ir dejando el tabaco, si eres fumador, te hará perder peso de la forma más natural y te permitirá disminuir notablemente el riesgo de enfermedades cardiacas. Si la atrofia de las funciones corporales se debe a su no utilización, y no al envejecimiento, ¿sería disparatado sugerir que nuestras capacidades mentales y psicológicas se deterioran del mismo modo? Piensa en ello. Y también piensa en que hay miles de personas que andan por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia al caer. Para ellos el caminar no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no es una pregunta sino una respuesta.