Expansión Andalucía - Start up
Vencedores en el combate tecnológico contra el fraude
Las falsificaciones ya no sólo se venden en las calles, también en Internet. Algunas ‘start up’ españolas se posicionan como referentes internacionales en la lucha contra esta actividad gracias a tecnologías como la inteligencia artificial.
Cada día se venden miles de falsificaciones de productos originalmente fabricados por las marcas más populares del mundo. No es un fenómeno nuevo, pero sí viene exhibiendo una tendencia creciente en los últimos años. Esta problemática, que salpica a infinidad de empresas y provoca que pierdan cantidades ingentes de dinero, ha encontrado en Internet una plataforma propicia para propagarse a gran escala.
El mundo online se ha convertido en el canal predilecto para la distribución de este tipo de artículos, que tradicionalmente tenían su espacio en las calles. Más de la mitad de los productos falsificados que fueron incautados en 2020 en Europa procedían del comercio electrónico, según el último estudio publicado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo). La agencia asegura que España pierde 6.700 millones de euros al año en ventas por el coste de las falsificaciones en distintos sectores, que además destruyen más de 50.000 empleos.
Este informe señala a la pandemia como el principal factor que ha intensificado el ecommerce y, por consiguiente, ha disparado la venta de productos falsos en la red hasta cifras sin precedentes. En los últimos dos años y medio, las redes criminales han sabido aprovechar la situación para explotar las oportunidades que ofrecen los canales digitales en este sentido.
En cuanto al perfil de los compradores, la Euipo especifica que el 45% de los jóvenes españoles adquirió de manera consciente algún artículo falsificado durante el último año, un porcentaje que supera el 37% que marca la media europea. Asimismo, buena parte de los encuestados reconoció sus dificultades para distinguir aquellos productos auténticos de los que son falsos.
Sectores afectados
Un repaso al material incautado en 2020 en Europa demuestra que prácticamente todo puede falsificarse. Una de cada dos imitaciones se enmarcaba en la categoría de producto de calzado, ropa y accesorios. En segundo lugar, los artículos de perfumería y cosmética también tuvieron una importante demanda, mientras que por detrás se situaron los equipos electrónicos, los juguetes y los relojes.
Junto con la pérdida de ingresos y reputación que causan a las empresas, las falsificaciones también pueden generar graves problemas relacionados con la salud y la seguridad. Estos productos, que imitan a los verdaderos pero no ofrecen sus mismas prestaciones, pueden llegar a suponer una amenaza para los consumidores. Algunos de los más peligrosos son los falsos cosméticos, susceptibles de provocar reacciones alérgicas y otros trastornos.
El salto de la piratería al ámbito digital eleva la complejidad de la lucha contra este fenómeno, pero también abre la puerta a la utilización de la tecnología para ello. Así lo han visto las start up españolas, que han innovado para ayudar a las marcas a controlar esta problemática. Algunas de ellas, como Red Points y Smart Protection, se han convertido en auténticos pioneros y referentes internacionales en este terreno de la guerra contra las ventas ilegales online.