Expansión C. Valenciana - Start up
QuickSmile levanta 1,7 millones
La ‘start up’ de ortodoncia invisible, presente en más de 350 clínicas en toda España, ha recibido financiación de Azahar Private Capital (sociedad de Juan Conesa Alcaraz) y el futbolista Mario Hermoso, entre otros inversores.
La start up española QuickSmile, que se dedica a hacer más accesibles los tratamientos de ortodoncia invisible, ha cerrado una ronda de financiación Serie A de 1,7 millones de euros que utilizará para acelerar su crecimiento y cuadruplicar su cuota de mercado en España en los próximos tres años. En la inyección de capital han participado empresarios y expertos del capital riesgo como Azahar Private Capital (la sociedad de Juan Conesa Alcaraz), e incluso deportistas como Mario Hermoso, jugador del Atlético de Madrid.
La compañía fue fundada en 2019 por César Moreno, licenciado en ingeniería mecánica y emprendedor en serie especializado en productos digitales; y el doctor Manuel Poveda, ortodoncista con 13 años de experiencia, máster y doctor cum laude en odontología por la Universidad Complutense de Madrid, profesor de odontología integrada y miembro activo de la Sociedad Española de Prótesis, Estomatología, Estética y Ortodoncia.
Ambos fundadores se conocieron hace cinco años y decidieron apostar por lanzar al mercado QuickSmile, algo que finalmente lograron en septiembre de 2019. “Creíamos que era posible mejorar el producto, tanto en el plano clínico como en las condiciones comerciales hacia el doctor que lo prescribe y el precio final del tratamiento para el paciente”, explica César Moreno, CEO de la start up.
Desde entonces, QuickSmile se ha posicionado como una de las marcas con más potencial en el sector de la ortodoncia invisible en España, duplicando anualmente su volumen de tratamientos desde su fundación. Su facturación anual ya supera el millón de euros, y cuenta con el reconocimiento de excelencia clínica de instituciones de prestigio como la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) y de universidades como la Complutense de Madrid, la Universidad CEU San Pablo y la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
En la actualidad, la empresa ha conseguido que sus alineadores invisibles se comercialicen en más de 350 clínicas repartidas por toda España. Madrid y Andalucía son las dos comunidades autónomas donde cuenta con mayor presencia, por delante de la Comunidad Valenciana, CastillaLa Mancha, Cataluña y Castilla y León. Su actual cuota de mercado es del 3% y aspira a alcanzar el 12% en 2025.
Procedimiento
Los tratamientos de ortodoncia invisible de Quicksmile comienzan en la consulta del ortodoncista, que realiza el diagnóstico y toma los registros del paciente: fotografías intraorales y faciales, radiografías para conocer el estado de los huesos y raíces, y una impresión de silicona de la morfología de la boca. A partir de estos datos, su equipo de diseñadores genera una simulación virtual en 3D del tratamiento.
A continuación, se fabrican las férulas o alineadores a partir de su material LaserGlass y se imprimen los biomodelos mediante maquinaria de alta tecnología e impresoras 3D de alta precisión. El tiempo medio de fabricación de un tratamiento desde que el paciente acude por primera vez a la clínica oscila entre 20 y 25 días. Una vez que el doctor lo recibe, cita al paciente para colocarlo y establece revisiones periódicas para ver su evolución. La mayoría de estos tratamientos tiene una duración comprendida entre 9 y 18 meses.
Según indican desde QuickSmile, su solución permite en algunos casos un ahorro que llega a superar los 1.000 euros respecto a otras opciones en el mercado, sin sacrificar la calidad de los materiales ni del tratamiento. “La razón de esta diferencia de precio es que somos capaces de realizar una producción mucho más eficiente y en cercanía, abaratando los costes que debe asumir el doctor y dándole la capacidad de ajustar el precio final del tratamiento manteniendo su margen de beneficio”, concluye el doctor Manuel Poveda, director clínico de la start up.