Expansión C. Valenciana - Start up
Fever, un ejemplo de resiliencia en la captación de inversores
El unicornio de origen español Fever es uno de los mejores ejemplos de adaptación de cómo han evolucionado las formas de financiar una operación, en su caso, a través de las rondas de financiación. La compañía no ha cambiado de manos, pero sí ha modificado su estructura de capital para lograr recursos con los que alimentar su estrategia de expansión; y, para eso, ha tenido que recurrir a fórmulas adaptadas a un entorno en el que los inversores se han vuelto mucho más prudentes y cautos a la hora de asignar sus fondos.
La plataforma especializada en ocio y entretenimiento cerró una ronda de financiación a principios de este año valorada en cerca de 110 millones de dólares (101 millones de euros). Sin embargo, no recibió todos los fondos al momento, tal y como se desprende de la información remitida en su día a la SEC, el regulador bursátil de EEUU. Los inversores aportaron alrededor del 70% del capital comprometido, pero el resto quedó ligado al cumplimiento de unos determinados hitos por parte de Fever. Para los accionistas, se trata de una fórmula que sirve para mitigar el riesgo en las valoraciones en plena escalada de los tipos de interés y en un entorno de máxima volatilidad en el ámbito financiero.
Otra tendencia que se aprecia en este tipo de operaciones es que cada vez es más habitual recurrir a los accionistas ya existentes en la compañía. De esta forma se agiliza la operación, ya que no es necesario pasar por el exhaustivo escrutinio que suele requerir un nuevo inversor; y, al mismo tiempo, es más fácil lograr una ecuación más alta en la fijación del precio, ya que los socios están familiarizados con la empresa y conocen su actividad. Por último, también estarán más dispuestos a financiar su crecimiento si han visto que en el pasado la rentabilidad de su inversión alcanzó, o incluso superó, las expectativas iniciales. Aun así, esta fórmula es un privilegio reservado a los unicornios que, como Fever o Wallapop, cuentan con una trayectoria larga y exitosa en el mercado de las ‘start up’. En el caso de Fever, tras la última ronda su valoración ascendió a 1.800 millones de dólares (1.655 millones de euros). A la hora de acceder a los mercados internacionales de financiación,
también ayuda que la plataforma de ocio tiene su matriz en EEUU y que prácticamente la mitad de su negocio ya procede de este país; en el futuro, no descarta debutar en Bolsa como fuente alternativa para captar recursos y seguir financiando su plan de expansión, aunque de momento el clima para una OPV no es el más propicio y estos planes tendrán que esperar.