El arte de devolver la capacidad de caminar
La ingeniera Elena García Armada ha obtenido el premio a la mejor inventora europea otorgado por la Oficina Europea de Patentes.
Estos días la ingeniera en robótica Elena García Armada se encuentra desbordada por las peticiones de entrevistas con motivo del premio otorgado por la Oficina de Patentes Europeas. El galardón es por el exoesqueleto desarrollado con su equipo dentro de la firma que fundó en 2013, Marsi Bionics. “Es uno de los reconocimientos más importantes a nivel mundial en el ámbito de la innovación. Nos sentimos muy agradecidos”, subraya.
La compañía nació como spin off del Centro de Automática y Robótica, un instituto mixto de investigación de titularidad compartida entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Madrid. Esta emprendedora apenas tiene tiempo, ya que se encuentra en pleno proceso de conversaciones con inversores por la ronda de seis millones de euros que espera conseguir la compañía. Con este capital podrá seguir mejorando la tecnología del exoesqueleto, de nombre Atlas, y continuar devolviendo a muchos más niños la capacidad de caminar. Servirá, además, para abordar las tareas de internacionalización y de producción de este dispositivo.
En varias ocasiones García Armada ha destacado la satisfacción que produce ver “la cara de felicidad de los niños cuando pueden caminar con el exoesqueleto de Marsi Bionics”. Se trata de una estructura robotizada, de desarrollo propio, que se acopla al cuerpo de niños con diferentes discapacidades físicas y cerebrales, con el que pueden caminar. Su uso intensivo logra mejorar el movimiento al andar y su éxito clínico radica en la innovación tecnológica que permite interpretar la intención de movimiento del paciente de forma no invasiva. “Hablamos de mejoría respiratoria, fortalecimiento de la musculatura torácica y cefálica, que supone retrasar las complicaciones musculoesqueléticas de sus patologías. Es vital también el cambio que se produce a nivel psicológico y de desarrollo personal”, explica.
García Armada destaca que una de las cosas que ha valorado la Oficina de Patentes Europeas es “la disrupción tecnológica, ya que hemos aplicado todo el conocimiento de la robótica y la inteligencia artificial para solucionar un problema que afecta a 17 millones de niños”. Otro aspecto fundamental ha sido el impacto social. “Este dispositivo tiene la capacidad de transformar la vida de millones de familias en todo el mundo. La falta de movimiento de estos niños más allá de la dificultad para la realización de cualquier actividad genera, sobre todo, complicaciones que afectan a la calidad y esperanza de vida. Es tecnología aplicada a mejorar directamente sus vidas”.
Pero, para ella, lo más destacado de este premio debe ser que sirva para dar un aviso a políticos y Administraciones sobre la importancia del uso de estos exoesqueletos en la sanidad pública para ayudar a niños con estas discapacidades. “Lo que esperamos es que este aval internacional sirva para lograr el impulso político que necesitamos para que los exoesqueletos puedan ser utilizados por las familias de estos niños.
De nada sirve recibir los mayores premios si no hay detrás una decisión para que quien lo necesita pueda darle uso. Ahora es el turno de la política”, afirma.
De momento, Atlas únicamente está disponible en tres centros de rehabilitación: el Hospital de La Paz de Madrid, el de Sant Joan de Déu en Barcelona y en el Hospital Raymond-Poincaré APHP de París.
Recuerda que este producto puede ser utilizado tanto en hospitales de la sanidad pública como en centros de educación especial. Subraya algo clave: “La entrada de esta tecnología en el sistema público de salud garantizaría un acceso en equidad y generaría un importante ahorro en los costes sanitarios”.
García Armada mira con cierta envidia a Francia. “Es un caso significativo por el uso de exoesqueletos para adultos en la sanidad pública. El apoyo va más allá de las fotos, e incluso el empleo de esta tecnología ha formado parte del programa electoral del presidente Macron, comprometiéndose con el desarrollo de la misma. Un compromiso que supone desplegar 600 exoesqueletos”.
El exoesqueleto de Marsi Bionics reproduce el movimiento de andar