Paso en falso en un modelo exitoso
La ‘start up’ barcelonesa Badi irrumpió en el sector inmobiliario hace algunos años como una auténtica revolución, con su propuesta de utilizar la inteligencia artificial para encontrar al compañero de piso ideal sin agencias ni intermediarios. Esta plataforma para el alquiler de habitaciones, creada por Carlos Pierre, Álvaro Córdoba y Pablo Pérez-Bonfils, había conseguido levantar a inicios de 2019 en torno a los 40 millones de euros en varias rondas y se había expandido a capitales europeas como Londres, París y Roma.
Fue entonces cuando se plantearon avanzar a la siguiente fase para comenzar a monetizar. Su idea era evitar centrarse en la parte de captación de pisos y usuarios: no querían convertirse en una página de clasificados al uso. En lugar de eso, se trataba de poner el foco en la fase de los contratos y pagos, percibiendo un pequeño porcentaje en el primer pago por la intermediación. Sin embargo, el plan no cuajó y las soluciones alternativas tampoco funcionaron, de modo que la ‘start up’ siguió siendo incapaz de generar un volumen importante de ingresos. A comienzos de 2022, los fundadores recuperaron el control de Badi, que había quedado en manos de varios fondos de capital riesgo tras el impacto de la pandemia, y diseñaron un nuevo plan para relanzar el negocio. Como parte de la nueva estrategia, la compañía, que tiene alrededor de 3 millones de usuarios registrados y 70.000 activos al mes, ha apostado por eliminar el límite de publicaciones gratuitas y permitir de nuevo este servicio, con la intención de volver a crecer en usuarios.