Preparando el terreno para la monetización
Rosita Longevity es una ‘start up’ valenciana que ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas que tienen entre 60 y 80 años, retrasando los daños asociados al envejecimiento. La compañía, que aspira a reducir el riesgo de dependencia fomentando una longevidad saludable, cerró en febrero una ronda de 2,4 millones de euros para mejorar su aplicación, escalar el producto y comenzar la monetización con un área ‘premium’.
“Aún lo estamos madurando, pero hemos ido aprendiendo a lo largo del tiempo: cada vez tenemos más claro qué tipo de clientes están dispuestos a pagar y cuáles son más casuales. Hoy sabemos que lo que más valora la gente es el seguimiento personalizado que les ofrecemos”, explica Juan Cartagena, que cofundó la empresa junto con Clara Fernández Porta y David Gil.
La ‘start up’, que lleva años dando pasos en este sentido. Tiene en estos momentos un modelo ‘freemium’. ¿Cuáles son las claves para no equivocarse en esta senda? Desde Rosita Longevity, apuestan por mantener un diálogo constante con el cliente, tanto con aquel que utiliza sus servicios de pago como con los que aún permanecen en la versión gratuita. Juan Cartagena subraya que “para cualquier empresa que ofrezca un servicio ‘freemium’ de calidad, es un reto saber dónde ubicar ese listón que lleve al usuario a sentir la necesidad de acceder al siguiente nivel”. Además de España, su ‘app’ ya está disponible en el mercado estadounidense, donde “la gente está más habituada a pagar por servicios que ayuden a mejorar su salud”.