Atraer talento a nuestro ecosistema emprendedor
El cofundador de Kibo Ventures, Aquilino Peña, destaca las facilidades contempladas en el anteproyecto de ley para que los nómadas digitales y emprendedores extranjeros puedan establecer en España sus cuarteles generales. Sobre esto Javier Jiménez, director general de Lanzadera, cree que “la agilización del visado para los nómadas digitales es una medida que atraerá talento y enriquecerá el ecosistema español al facilitar la tramitación y regularizar el pago de impuestos de no residentes”. Sacha Michaud, cofundador de Glovo, resalta que la Ley de Start Up “debería aspirar a posicionar a España como el país más atractivo para crear una compañía tecnológica en Europa y como el destino número uno para los trabajadores de alta cualificación de todo el mercado europeo. Ese planteamiento debería ser indiferente a que haya crisis o no, y creo que la norma tenía margen de ser más ambiciosa en este aspecto”.
Por su parte Carina Szpilka, cofundadora y directora de K Fund, hace hincapié en el potencial que tiene España gracias a su conectividad y posición geográfica, su capacidad para la atracción de talento y la existencia de dos grandes polos de innovación como Madrid y Barcelona, entre otros aspectos. Para lograrlo, cree que aún falta tomar conciencia de la verdadera contribución que el ecosistema emprendedor puede realizar a la economía española.
En la misma línea Monte Davis, CEO de Demium, asegura que “España cuenta con mucho talento interno y potencial para atraer por su localización y calidad de vida”, aunque echa en falta que se apueste por ello con una mayor convicción. De lo contrario, plantea que “el impacto de la Ley podría ser limitado, y será difícil que pueda marcar los cimientos de un sistema amable con los emprendedores, que haga que sea más sencillo arriesgar para ellos”. Diego Ballesteros, fundador y CEO de BEWE.io, concuerda en que “la Ley es un fantástico primer paso, pero nos queda mucho camino por recorrer para tener un ecosistema a la par de los referentes europeos”. Partidario de que la mejor forma de ayudar a los emprendedores pasa por minimizar las trabas al desarrollo de ‘start up’, Ballesteros subraya que “eliminar la necesidad de que los inversores extranjeros obtengan un NIE es una mejora rápida”.
Para Laura González-Estéfani, fundadora de TheVentureCity, el mayor hándicap de haber carecido de una regulación propia para el sector emprendedor era quedarse atrás en la innovación en Europa, además de “competir en un mundo global con una mochila llena de piedras”. La inversora considera que una mejora de la ley es que “estamos en el mismo terreno de juego que otros países, que los emprendedores lideran las compañías con las mismas oportunidades y que pueden premiar a sus equipos con un plan de incentivos más justo, con el que a la vez retienen talento. Además, ya no se penaliza fiscalmente al inversor extranjero”.