Un mercado en horas bajas
La pandemia llevó a muchas personas a refugiarse en sus aficiones e incluso a buscar otras nuevas. Una de ellas fue el ‘trading’ online, que permitió a millones de usuarios invertir desde su casa. Con un nombre que pretendía reflejar su objetivo de democratizar la inversión, Robinhood se convirtió en la plataforma favorita de la generación más joven, que buscaba operaciones libres de comisiones y una aplicación de fácil uso. La compañía sumó 10 millones de cuentas en 2021, pero el crecimiento se ha frenado: en la primera mitad de 2022, apenas registró 100.000 nuevos perfiles. Además, el número de usuarios activos se redujo en casi 2 millones respecto al trimestre anterior, hasta los 14 millones, con la consiguiente caída de la facturación. Sólo un año antes, 21,3 millones de sus usuarios eran activos. La plataforma californiana explica esta caída por su ‘target’ demográfico: jóvenes que, en plena pandemia, tenían dinero para invertir, pero que ahora se han convertido en los más vulnerables frente a los efectos de la inflación. Robinhood, que ya en el pasado mes de abril había prescindido de un 9% de las 3.800 personas que empleaba entonces, anunció en agosto el despido del 23% de su plantilla.