Chuletones, bacon y gambas ‘cocinados’ en 3D
¿Tomaría un chuletón salido de una impresora 3D? Es la propuesta de Coccus, una ‘start up’ nacida en 2017 en Navarra, que ha desarrollado impresoras para elaborar distintos alimentos, algunos de ellos ya a gran escala. “La producción a escala industrial es la clave y nuestro valor diferencial, con la que conseguimos que estos productos se comercialicen en el mercado. Ya somos capaces de producir 1.000 toneladas al año de algunos alimentos como el bacon”, señala Patxi Larumbe, cofundador de la compañía. Los alimentos se elaboran en las impresoras con componentes alternativos a la carne tanto de procedencia vegetal, como de células cultivadas. Su textura es idéntica a un chuletón o una gamba reales. El principal cliente de estas impresoras es la multinacional de la alimentación Cargill.