La volatilidad castiga las valoraciones
El cambio de ciclo económico intensifica el ajuste de las valoraciones de las ‘start up’ y modera el volumen de las operaciones.
Las previsiones de rondas en 2022 no se cumplirán, sobre todo en fases avanzadas
El pasado mayo Y Combinator mandaba un aviso a los fundadores de todas sus start up participadas. El mensaje aconsejaba a los emprendedores que se preparasen para lo peor, ante un preocupante cambio de ciclo tras más de 10 años de crecimiento para el sector. La carta advertía que “si planeáis captar fondos entre los próximos 6 y 12 meses, puede que lo estéis haciendo en el punto álgido de la recesión. Las posibilidades de éxito son muy bajas incluso si la compañía funciona bien”.
Si entonces Y Combinator sugería a las empresas que reconsiderasen su decisión de levantar financiación a corto y medio plazo, los motivos de aquella recomendación quedan patentes seis meses después, en los recientes informes sobre el ecosistema. La caída de las valoraciones de las start up se ha intensificado en pleno repunte de volatilidad en los mercados, según los últimos datos recogidos por CB Insights.
La principal conclusión del estudio, que analiza la situación del sector tecnológico tras el tercer trimestre de 2022, es que este año se está produciendo un gran ajuste de cuentas para las start up: hay un importante descenso en las valoraciones y en el volumen de las operaciones en la mayoría de fases de inversión. La incertidumbre en los mercados ha asustado a los inversores, que limitan su exposición al riesgo: participan en menos rondas y negocian más protección en los acuerdos.
Respecto del trimestre anterior, el volumen total de las operaciones se redujo en más de un 20% en casi todas las etapas de inversión, lo que demuestra que los inversores mantienen la cautela y extreman las precauciones. Previsiblemente, esta circunstancia hará que las proyecciones de rondas previstas para 2022 no se cumplan, sobre todo en las fases más avanzadas.
Tendencia negativa
En paralelo, la mediana de las valoraciones de start up –es decir, el valor central de todas las operaciones ordenadas de menor a mayor– disminuyó en todas las fases, salvo en la Serie A, que vivió un incremento del 1%. Esta tendencia negativa en las valoraciones va en aumento a medida que se avanza hacia etapas más maduras, con compañías que crecen y entran en dimensiones más altas. Esta dinámica tiene su punto más alto en la caída del 27% que sufrieron las rondas Serie D y superiores.
En el caso de Estados Unidos, CB Insights detecta un cambio relevante en las cláusulas firmadas en las operaciones de capital riesgo, especialmente en las últimas etapas. Entre los tipos de acuerdos para el evento de liquidez o venta de la start up, cada vez más inversores están optando por fórmulas como la participación plena o sujeta a un límite para asegurarse una mayor protección frente a posibles pérdidas.
En cuanto al tamaño de las operaciones, se produjo una caída media de casi el 29% en todas las fases. En todo caso, esta tendencia también se dio con especial intensidad en las últimas etapas: la dimensión de la mediana de estas operaciones cayó hasta un 50% y se situó por debajo de los registros de 2020.
Tras experimentar una subida meteórica en los dos últimos años, las valoraciones empezaron a caer a comienzos de 2022. Este cambio de tendencia se produce en un contexto difícil, condicionado por las tensiones causadas por la invasión de Ucrania, la inflación y la caída de las Bolsas. El impacto de estos eventos en el ecosistema emprendedor ha llevado a las start up hacia un periodo de ajuste, donde la prudencia tendrá que imponerse para que las valoraciones se alineen con el crecimiento y la futura rentabilidad de estas empresas.
Pese al descenso de los últimos meses, las valoraciones medias siguen siendo altas respecto a los años previos. Los datos sugieren que aún hay margen para que las caídas se agudicen.