Expansión País Vasco - Start up
Lecciones de negocio que cambian la educación
La llegada de nuevos protagonistas al negocio de la educación no se queda en los contenidos académicos. Las ‘start up’ de ‘edtech’ que revolucionan la Universidad cambian la vida del campus, las admisiones y hasta las bibliotecas.
“La Universidad puede servir para aprender sobre lo que se ha hecho antes, pero también puede desanimarte a hacer algo nuevo. Cada uno de nuestros compañeros traza un rumbo único; juntos han demostrado que los jóvenes pueden tener éxito pensando por ellos mismos en lugar de seguir un camino tradicional y competir en viejos caminos profesionales”... Es toda una declaración de intenciones de The Thiel Fellowship, una iniciativa promovida por Peter Thiel, uno de esos emprendedores en serie revolucionarios, al acecho de nuevas tendencias y negocios. The Thiel Fellowship se jacta de otorgar 100.000 dólares a cada joven “que desee construir algo nuevo en lugar de quedarse sentado en un aula”.
Peter Thiel es padrino y business angel de jóvenes creadores, innovador en lo que se conoce como elnegociodela inmortalidad –apoya económicamente investigaciones de tratamientos antiedad y numerosas start up biotecnológicas–, cofundador, entre otras, de PayPal, y uno de los primeros inversores en Facebook.
Quizá esa búsqueda de la eterna juventud –y de los negocios con futuro que la rodean– sea lo que lleva a Thiel a impulsar los proyectos de jóvenes emprendedores que no superen los 22 años para descubrir a innovadores con futuro que ya están creando empresas reales. Y el sector de la educación –y más aún la revolución de la formación tradicional– está en su punto de mira, como en el de tantos innovadores y start up que quieren participar en este negocio, dándole la vuelta por completo.
A medida que la pandemia ha obligado a las universidades presenciales tradicionales a reinventarse para acoger los nuevos formatos híbridos de formación, también han aparecido grandes oportunidades para compañías innovadoras de edtech. La financiación de estas nuevas empresas en este sector emergente alcanzó en 2020, según CB Insights, niveles récord superiores a los 8.900 millones de dólares.
Es evidente que la pandemia del coronavirus ha impulsado como ningún otro factor la gran desagregación del aprendizaje. Hay una demanda cada vez mayor y se multiplican las opciones de calidad, por lo que proliferan los nuevos protagonistas que reformulan el aprendizaje para acreditar y para desarrollar programas y experiencias fuera de los círculos tradicionales
Desagregación
Precisamente CB Insights ha elaborado recientemente una propuesta sobre un grupo de start up del sector de edtech que podrían participar en esa desagregación... Por ejemplo, de la Universidad de Harvard, pero también de cualquier institución académica de élite que tenga que enfrentarse a la competencia de los nuevos agentes que innovan en el negocio de la educación. Hay quien piensa que a la Universidad de Harvard –y a muchas otras que son un modelo de la experiencia universitaria de élite–, no les queda más remedio que cambiar el paso en muchas de sus funciones principales y también en sus fuentes de ingresos.
Educación continua
Elena Ibáñez, fundadora de Singularity Experts – start up vencedora en la última edición de South Summit en el vertical de edtech– cree que “el mayor cambio que se produce en la Universidad del futuro tiene que ver con una relación de por vida con el profesional. Ya no se trata de un periodo y de un contacto de apenas cuatro años. Esto provoca que haya un gran número de eslabones en esa nueva cadena de valor: start up que aportan su experiencia”.
Entre las sugerencias de CB Insights hay algunas start up que están cambiando la educación continua y todos aquellos cursos que se imparten cuando una persona ha dejado el sistema educativo formal. Empresas como OpenClassrooms ofrecen cursos masivos abiertos online (los conocidos MOOC, mientras que Coursera (un unicornio valorado en 2.500 millones de dólares tras una ronda de 130 millones de dólares en 2020) y Udacity ofrecen clases online en numerosas disciplinas. Y Teachable destaca asimismo por ayudar a los profesionales a desarrollar cursos online para compartir su experiencia.
Elena Ibáñez añade que todo esto no es sólo cuestión de contenidos, sino de procesos: “Cambian muchas cosas más allá de la atomización de la educación, y hacen falta outsiders que aporten conocimiento en algo muy preciso... y que sepan hacerlo muy bien”.
Juanjo Amorín, CEO y fundador de Edix, coincide en que “se acabó vivir sobre la base de inercias de unos cánones establecidos. Para crear el nuevo Harvard hay que utilizar cánones de construcción muy diferentes”. Añade que “al convertirse en edtech es necesario que todo lo que rodea la experiencia del alumno cambie radicalmente” y sugiere que las universidades muten en compañías datadriven. “El portfolio de las entidades de formación debe cambiar a través de procesos datadriven... Que sean empresas de datos que transformen el modelo”.
Cambio radical
Hay start up que buscan cambiar radicalmente el aula tradicional, especialmente para programas de posgrado con mayor contenido científico, utilizando realidad aumentada y virtual. Osso VR y Oxford Medical Simulation brindan capacitación en realidad virtual para cirugía y educa
ción médica general, mientras que
zSpace ofrece instrucción en realidad aumentada y realidad virtual para clases de ciencias y laboratorios.
Aprendizaje remoto
Algunas start up se preocupan de que el aprendizaje remoto sea más atractivo y accesible para los alumnos matriculados en las universidades. Con el boom de los formatos híbridos, estas compañías se enfocan hacia la experiencia de conferencias online para producir clases remotas de mayor calidad. En esto están plataformas como Top Hat, Evers
pring y Noodle Partners, que ayudan a los profesores de instituciones de educación superior a diseñar cursos híbridos más atractivos. Otras, como Class for Zoom y
Engageli, recrean la atmósfera del aula y la colaboración entre los estudiantes para las clases online, mientras que mmhmm consigue que las presentaciones de vídeo sean más dinámicas.
Hasta la experiencia de los exámenes se ha trasladado a Internet, por lo que proliferan las empresas que facilitan las pruebas remotas.
Chegg, Quizlet, CourseHero o Brainly son herramientas de estudio para los estudiantes. Además, empresas como Examity o Proctorio utilizan la supervisión y la verificación biométrica para evitar las trampas en las pruebas online y también en las estandarizadas.
Redes y colocación laboral
Conectar a los estudiantes universitarios actuales con ex alumnos, otros estudiantes y posibles empleadores es la tarea desarrollada por empresas emergentes como Graduway y Hi
vebrite, que facilitan conexiones con los mentores y ayudan a las universidades a mantenerse en contacto con los exalumnos.
El caso de Congregate es el de una plataforma online iniciada por estudiantes de la Universidad de Harvard para ayudar a la organización de eventos de redes escolares remotas, incluidos grupos de estudio y debates en el aula.
Por lo que se refiere a la colocación laboral, compañías como
Fullbridge se dedican a preparar a los alumnos con habilidades útiles en el mercado laboral real, como análisis de datos, resolución de problemas y trabajo en equipo en boot
camps y cursos.
Por su parte AstrumU ayuda a los estudiantes a descubrir cómo sus clases y experiencias de prácticas en empresas se traducen en carreras profesionales con futuro, mientras que Handshake o Reculta operan como herramientas de reclutamiento en los campus y determinan la afinidad que los estudiantes o los exalumnos recientes pueden tener con posibles oportunidades laborales.
También se da el caso de startup que ofrecen certificaciones online para habilidades específicas, o que ayudan a los estudiantes a prepararse para las pruebas de certificación:
Simplilearn Solutions es una plataforma de aprendizaje online para certificaciones profesionales que ofrece cursos de arquitectura en la nube o márketing digital.
Si ponemos el ejemplo de la Universidad de Harvard, allí la investigación forma parte del modelo comercial y representa el 17 % de los ingresos anuales de la universidad, con más de 800 millones de dólares en fondos de investigación patrocinados cada año. Su investigación abarca múltiples disciplinas, incluidas la medicina, la salud pública, las ciencias aplicadas, el diseño y los negocios.
Start up como Academia.edu brindan plataformas que ayudan a los investigadores académicos a poner sus trabajos a disposición del público online.
Iris.ai, Meta y ResearchGate
ayudan en el mapeo de temas y también trabajan para descubrir investigaciones mediante el escaneo de artículos académicos, detectando dónde se encuentra la información potencialmente útil para los investigadores.
Más allá de la atomización de la educación hacen falta ‘outsiders’ con valor