Un proyecto muy esperado

Tras una espera de varios años y después de la redacción de dos borradores, la Ley de Start Up fue aprobada por el Consejo de Ministros sólo cuatro días antes de que 2021 echara el cierre. Los emprendedores, por fin, disponían de su propia regulación con la que dotar de mayor seguridad jurídica a la actividad de sus empresas. La norma supuso un paso de gigante para el sector emprendedor y Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, aseguraba durante su aprobación que “España se va a situar entre los países más atractivos para la creación de ‘start up’”. Tras superar el trámite parlamentario, se espera que la ley entre en vigor antes de que finalice 2022.

Estos son los puntos claves de la última versión del texto:

Entre las ventajas destaca la reducción del tipo impositivo en el Impuesto de Sociedades y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes para las ‘start up’. Se reduce el tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva, siempre que se mantenga la consideración de empresa emergente. visados específicos y podrán someterse al Impuesto sobre la Renta para No Residentes. El último borrador relajó, además, el requisito de no ser residente fiscal en España de 10 a 5 años, y se amplía el periodo de su disfrute de cinco a diez años, de lo que podrá beneficiarse también su familia. Ha sido uno de los puntos que mejor acogida ha tenido entre inversores y emprendedores.