“Voy perdiendo el acento gallego”
Cuando comenzó en ‘Acacias 38’, imitaba el sonido castellano de los demás; ahora se siente más segura en un papel que, sin embargo, no la ha sacado de su tierra.
¿De pequeña eras la que animaba las reuniones familiares?
Esa soy yo (risas). Participé en muchas actividades en el cole: teatro, ballet, patinaje… Y en casa me montaba unas películas increíbles con el perro de mis tíos y daba conciertos en la terraza.
¿De dónde te viene esa vena?
No lo sé. Mi padre es gestor de una empresa y canta en casa, en el coche, a todas horas. Mi madre es dependienta de un supermercado y mi hermano pequeño está estudiando Inef.
A los 18 ganaste un certamen escolar de teatro. ¿Cómo te ves casi once años después?
Aquel premio fue por interpretar La casa de Bernarda Alba. Pero no soy lanzada y nunca me pensé dejarlo todo para trasladarme a Madrid, aunque en segundo curso de carrera falté a todos los exámenes por una gira con un grupo de teatro clásico; visitamos Mérida y Sagunto. En realidad, he tenido suerte.
¿Eres tan pasional como Manuela?
Sobre todo soy cariñosa, aunque estos últimos meses he descuidado a mi gente por puro estrés. Me olvidaba de llamar a mi madre. Tengo una amiga que ha tenido un niño y me lo he perdido… Normalmente estoy mucho más pendiente de mis amigos, de mis afectos. Me encanta darle un abrazo a mi hermano y que no me suelte en un rato. En mi casa siempre nos hemos dado un beso de buenas noches…
¿Vuelves a casa a menudo?
Menos de lo que quisiera porque también estudio los fines de semana, y cuando voy no hago nada porque quiero recuperar el tiempo perdido. Pero tengo una agenda que parezco un ministro.
¿Y cómo mantienes la relación con tu novio [el actor Rubén Porto]?
Se ha venido a vivir a Madrid, conmigo. Y viaja a Galicia los fines de semana porque trabaja en el teatro. Sin su apoyo me hubiera costado mucho más adaptarme a la vida en la capital.
¿Qué aficiones tienes?
Soy muy casera, me encanta estar tirada en el sofá, aunque también disfruto paseando, yendo al cine, al teatro o visitando una exposición… Tengo muchas ganas de ver Titanic.
¿Viajera?
En verano todos mis compañeros de serie se fueron por ahí, pero yo prefería aburrirme en casa y estar con mi familia o con mis amigas… Lo máximo que hago es escaparme con mi novio a alguna casa rural. En febrero, cuando termine la grabación, sí me iré lejos para tirarme en una tumbona y que nadie me moleste.