La Toscana medieval
Cerca de Florencia, en un amplio paraje de viñedos y cipreses, deslumbran una decena de bellos pueblos medievales.
Cerca de Florencia, en un amplio paraje de viñedos y cipreses, deslumbran una serie de pueblos: Siena, Volterra, San Gimignano…
Es una de las zonas más idílicas de Italia, cuna de Dante, Petrarca y Bocaccio, alrededor de cuya capital, Florencia, se levantan una decena de pueblos, joyas medievales.
Siena, fundada por los hijos de Remo, rivaliza en belleza. Su cas- co histórico, que se concentra alrededor de la plaza de Campo, en forma de abanico, celebra cada año el Palio, una carrera de caballos en la que los jinetes lucen trajes del medievo. Sucede el 2 de julio y 16 de agosto. Allí se levanta el Palacio Público, símbolo de la independencia de la urbe, y su campanario, la torre del Mangia, y detrás el Duomo, cuya fachada con tres arcos y rosetón presenta mosaicos dorados, columnas y esculturas.
Otros reclamos
La siguiente parada es San Gimignano, famosa por el azafrán; por el Vernaccia, uno de los mejores vinos blancos del país, y por sus 13 torres, de las 70 originales, que simbolizaban la riqueza de los dueños de la casa en la que se levantaban. La triangular plaza de la Cisterna y la del Duomo, en la que se encuentran, además del templo, el palacio del Podestá con la torre Rognosa –por decreto tenía que ser la más alta–, una loggia y varias torres, entre ellas la de Grossa, las gemelas Salvucci y Chigi, son las atracciones de este burgo muy próspero en la Edad Media ya que atravesaba la vía de San Francisco, ruta de los peregrinos europeos desde Canterbury al Vaticano.
Entre Siena San Gimignano se encuentra Volterra, antigua capital etrusca rodeada de barrancos que todavía conserva sus murallas y el teatro romano de Vallebuona. No posee torres pero sí palacios renacentistas. En la plaza de San Giovanni se encuentran el Duomo, el batisterio y el hospital de Santa María.
La casa natal de Puccini
El final de esta ruta es Lucca, a orillas del Serchio con sus murallas de ladrillo. Conserva un anfiteatro romano, en la plaza del Mercado, un duomo románico, el palacio de Guinigi, con torre de defensa, y la casa natal del compositor Giacomo Puccini.