Inolvidables…
Carrie Bradshaw
De qué podría escribir la periodista más presumida, caprichosa y cool de Nueva York? Sobre todo de dos cosas: de Nueva York… y de ella misma. Desde su apartamento en la elegante zona de Upper East Side de Manhattan, Carrie Bradshaw volcaba consejos sobre moda, amistad, hombres, amor, y, por supuesto, sexo en una columna semanal para el diario, ficticio, The New York Star . Eso le reportó fama y dinero para comprarse todos los trapos que quiso –nunca repitió modelo en la serie– jamás coger un transporte público y ser reconocida como uno de los iconos más fashion de la ciudad.
No sin mis amigas
Pero nadie que sea el centro de atención está solo y la columnista alimentaba su ‘experiencia’ con las muchas horas de confidencias, cócteles, siempre Cosmopolitan, y compras junto a sus tres amigas, Charlotte York, Miranda Hobbes y Samantha Jones, leales, encantadoras y casi tan frívolas como ella.
Carrie siempre estaba alerta ante cualquier posible relación –al final solo le aportaba una lastimosa pérdida de tiempo–, pretendía disfrutar y sentirse deseada, pero bajo su último Prada latía un corazón bastante más convencional que suspiraba por un traje de novia.
La solución tenía un nombre, más bien un apodo: Mr. Big, a quien no pudo arrancar ni un compromiso estable. Durante seis temporadas y dos filmes Carrie luchó y luchó, pero el tipo nunca se dio por aludido.