Vida sana.
Quiérete
Aunque la población española cada vez hace más cosas para estar sana, sobre todo los más jóvenes, aún queda mucho camino por recorrer. Hay que diferenciar automedicación responsable, totalmente segura y que ayuda a solucionar pequeños problemas u otros conocidos sin acudir siempre a consulta, e irresponsable, que puede provocar daños directos por el fármaco, empeoramiento o resistencia a algún componente de la fórmula.
Con motivo de la tercera Semana del Autocuidado, la Sociedad Española de Medicina de Familia, semFYC, ha elaborado una encuesta que revela que el gesto más repetido cuando nos duele algo es tomar una pastilla. Sin embargo, no todas las do- lencias se tratan del mismo modo, ni todas pueden frenarse en casa.
Algunas estrategias
“Los médicos llevamos tiempo trabajando para mejorar la autonomía de los ciudadanos, tratando de promover su participación en la asistencia y garantizar que pacientes y familias disponen información rigurosa e independiente”. La doctora María Fernández, vicepresidenta de la semFYC, plantea reflexionar sobre el lema de este año: ‘¡Actívate por tu salud!’
El objetivo es saber qué hacemos los españoles para automanejar pequeñas dolencias como fiebre, diarrea o dolor de espalda, según explica la doctora Elena Muñoz, coordinadora de las jornadas: “Pretendemos difundir estrategias y conocimientos
Los dolores más frecuentes son los de cabeza (67,9%), espalda (64,7%) y estómago (52,1%)
que posibiliten a la población ejercer un mayor y mejor cuidado de su salud. El automanejo corresponde más a enfermedades crónicas, que no necesitan ir a consulta siempre”.
Pequeños síntomas
Aprender a vigilar nuestra salud y de la nuestro entorno es importante y necesario. Hay problemas agudos con síntomas leves (resfriados, tos, dolor…) o crónicos (reuma, artrosis) cuyo tratamiento no farmacológico funciona y debe conocerse. El médico también puede informar sobre cuándo y cómo tomar medicamentos sintomáticos para la fiebre o el dolor. Es la automedicación responsable.
Este concepto requiere, sin embargo, de unos filtros para ponerlo en marcha. El más importante es hablar con el médico antes de tomar un fármaco que él no ha prescrito, porque el hecho de que se vendan pastillas y jarabes sin receta no significa que no impliquen riesgos. Las personas con enfermedades previas o que están en tratamiento también deben consultarlo.
Otra premisa importante es no seguir las ‘prescripciones’ de familiares o amigos porque constituye un grave error. Si sufres con frecuencia síntomas conocidos y diagnosticados, pídele a tu médico que te informe de la posibilidad de automedicarte de forma responsable. Debes ir también si tienes dudas sobre una receta, si estás embarazada o si tomas algo desde hace tiempo pero no notas ninguna mejoría en el tiempo previsto.