En busca del tiempo perdido
Tras un largo periodo de descanso, vuelve al cine y la televisión lejos de su ex, Tom Cruise aunque con la ‘cláusula de silencio’.
Katie Holmes vuelve a encarnar el papel de Jacqueline Kennedy-Onassis en la serie de COSMO
Unos botes desenfrenados en el sofá de Oprah Winfrey en 2005 pusieron a todo el mundo alerta: Tom Cruise estaba enamorado (“¡Esta mujer es magnífica!”) y ella se llamaba Katie Holmes. La había conocido en unas pruebas para su película Misión imposible 3 –Cruise protagoniza y produce la saga– y él había sentido “un auténtico flechazo”, mientras que ella “ya estaba enamorada desde pequeña y colgaba sus pósters en su habitación”.
La enésima relación polémica de uno de los iconos de Hollywood había comenzado, para desgracia profesional de Holmes, que primero desapareció 15 días (tomando ‘clases’ en un centro de Cienciología, dicen) y luego cinco años enteros, tras una fantástica boda en Italia, sin casi acercarse a una cámara y dedicados a la pequeña Suri.
Pero todo acabó casi como una película de espías. Según otros rumores, tuvo que mediar su padre, un prestigioso abogado separatista y la propia Nicole Kidman para que Katie reuniera el valor de mudarse a Nueva York, cambiar de número de teléfono y contraseñas, pedir el divorcio y solicitar la potestad de la niña en común, aprovechando que su marido rodaba Oblivion en Finlandia.
Un pasado oscuro
Recibió 15 millones de dólares, más tres por cada año de casados y 30.000 mensuales para la manutención de Suri. La contrapartida fue mantener un total silencio sobre su pasado en común y, dicen, no aparecer en público durante cinco años con ningún nuevo compañero sentimental, incluido Jamie Foxx, su actual pareja, aun que sin confirmar.