“Para mí es indispensable estudiar”
Con mucho coraje se ha ganado un sitio. Y quiere ser antropóloga para superarse en las tablas.
Gracias a su tesón y talento, Alba Flores se ha quitado la etiqueta de ser la hija de Antonio Flores y encadena trabajos como actriz. Es Nairobi en La casa de papel y cuando no está grabando estudia Antropología para saciar su curiosidad.
¿Aún te pesa tu apellido?
No, es solo una circunstancia personal y tampoco creo que me hay a n exigido más que a otras actrices por pertenecer a una fami l ia conocida.
¿Qué papel te ha marcado?
A nivel personal siempre hay un antes y un después de cualquier trabajo. Pero mediáticamente, Saray, de Vis a vis, ha sido el de mayor repercusión.
¿Y Nairobi?
Me gusta este personaje. En la serie todo sucede deprisa y me siento como si estuviera en un partido de fútbol. ¡No paramos!
¿Te imaginas siendo una falsificadora como ella?
Falsificaría cuadros y me llevaría los originales a mi casa (risas).
¿Compartes su vitalidad?
Sí, me siento más identificada con ella que con Saray. Somos igual de vitalistas y empáticas.
“Si me llegase una buena oferta me iría fuera”
¿Conocías a Úrsula Corberó, Tokio?
No, no, pero hemos congeniado bastante bien desde el principio.
¿Te gustaría trabajar fuera?
Si me llegase una buena oferta, ¡seguro! Y considerando el éxito de Vis a vis
en el mercado internacional, no sería una idea descabellada.
¿Has sufrido racismo?
Toda la vida… Desde el colegio, donde me trataban diferente por ser gitana, hasta ahora por la misma razón. Ha habido progresos pero queda mucha lucha contra la discriminación y me preocupa.
¿Crees que, como famosa, tienes la obligación moral de ser solidaria?
Más que un deber, hay que darse cuenta de que con el individualismo no vamos a ningún sitio. Hay que apostar por lo colectivo y colaborar.
¿Qué opinión te merece la violencia que vivimos hoy?
Es un asunto complicado, desde el terrorismo hasta la violencia de género, pero la que más sufrimos está institucionalizada. Lo que vivimos día a día es un ref lejo de lo que transmite el propio sistema, que se fundamenta en la represión.
Tienes fama de alternativa.
Me gusta investigar libremente fuera del circuito comercial porque allí no dependes del dinero que ganas, pero, claro, también tienes que vivir.
Y estudias Antropología.
Sí, pero apenas tengo tiempo. Voy a tener que ir despacio. Me parece indis- pensable culturizarme y hacerme inteligente para descubrir lo que me interesa del arte. La antropología estudia al hombre desde una perspectiva que no emite juicios, y combinada con el teatro es una maravilla.
¿De dónde te viene tu pasión por el teatro?
Indirectamente se lo debo a mi madre. Ella fue la primera que me leyó un libro y me alentó a descubrir la belleza y la magia de la literatura. Fue todo a tra
vés de los libros.
Estás de gira con Drac Pack y preparas Las troyanas.
Sí, el primero es un viaje musical muy interesante. Y estoy ensayando a saco para debutar el 19 de julio en el Festival de Mérida con la tragedia de Eurípides.
“Canto más que hablo, todo el tiempo”
¿Te planteas alguna vez la música como profesión?
Forma parte de mi camino como actriz. Canto más que hablo, todo el tiempo. De momento no he pensado dedicarme en plan profesional porque no doy abasto y no podría compaginarlo con todo lo que me está pasando en televisión y en el teatro.