Angulema, la capital mundial del cómic
ANGULEMA La ciudad francesa celebra una nueva edición de su prestigioso festival dedicado al noveno arte del 25 al 28 de enero.
El manga, con la presencia de los famosos mangakas Naoki Urasawa, el maestro del polar japonés y Hiro Mashima, el creador de la serie Fairy Tail, protagoniza el Festival Internacional de Cómic de Angulema. Una cita cultural que desde 1974 ha dado fama a esta ciudad del sur de Francia, convirtiéndola en la capital europea del cómic con más de una veintena de murales que decoran las fachadas de sus edificios.
Se levanta a orillas del río Charente, en lo alto de una colina, y posee un coqueto casco histórico medieval con restos de una antigua muralla, laberín- ticas calles adoquinadas, casas de piedra blanca y encantadoras tiendas. La catedral de San Pedro, obra maestra del románico francés muy castigada durante la Reforma y con un campanario de 59 metros, alberga el tebeo más antiguo, tallado en piedra en su fachada principal, con más de 70 personajes del Juicio Final.
Cerca queda el Ayuntamiento, neogótico, levantado sobre las ruinas del antiguo castillo de los condes de Angulema, la dinastía real que inauguró Francisco I en 1515; el edificio del mercado, de principio del siglo XX y acristalado; el palacio de Justicia, diseñado por el padre del arquitecto de la parisina basílica del Sagrado Corazón; y el palacio de Saint Simon, primer edificio renacentista de toda Francia.
Paseo de los murales
Además de disfrutar de las novedades en el Museo del Cómic, ubicado en unas antiguas bodegas, –8.000 planchas originales, 40.000 álbumes, 120.000 ejemplares de diarios que, en su día, alojaron viñetas, objetos publicitarios y todo tipo de merchandising– no hay que perderse el emotivo Museo de la Resistencia, contra la ocupación nazi.
En los alrededores del Ayuntamiento y la plaza San Marcial y entre la plaza de los Campos de Marte y la estación se concentran los principales murales con ilustraciones. Las mejores, Le fille des Remparts, de Max Cabanes; la de Nicolas de Crécy sobre Nueva York, en la calle Font; el Moebius en la calle Hergé, al lado del busto del creador de Tintín; el de Dupuy y Berberian, en la calle Austerlitz, y el de Lucky Luke en la calle Gambetta. Desde 1997, las placas de las calles imitan los bocadillos de texto de los tebeos.
Cerca queda el Jardín Verde, con un estanque, cascadas y animales, parterres florales y un área de juegos para niños.