El realizador James Cameron conduce una expedición en busca de los restos de la antigua civilización
Siguiendo los textos de Platón, bucea con su equipo desde Cádiz a Grecia y nos muestra hallazgos increíbles.
Hace 2.400 años, Platón incluyó en sus diálogos Timeo y Critias referencias a una mítica civilización. Desde entonces, el continente perdido de la Atlántida, que supuestamente fue borrado del mapa por las fuerzas de la naturaleza, ha seducido a investigadores y conspiranoicos.
Hoy, no se considera sino una leyenda, pero James Cameron, director de Titanic, se propuso responder a la incógnita siguiendo los textos de filósofo griego como el mapa de un tesoro.
Producido por el cineasta y dirigido por el perio- dista israelí Simcha Jacobovici, El resurgir de la Atlántida descubre indicios de una civilización en la costa atlántica del estrecho de Gibraltar.
Seis anclas gigantes
Junto a un equipo de arqueólogos, científicos e historiadores, y con las últimas tecnologías puestas al servicio de la exploración, han visitado varios lugares del Mediterráneo, desde Cerdeña a las Columnas de Hércules, los promontorios que flanquean el estrecho de Gibraltar, en el Parque de Doñana.
Él y su equipo han encontrado mucho más de lo esperado: seis anclas antiguas que se remontan a la Edad de Bronce. “Lo pri-
“El ser humano no había visto nada igual”
mero que pensé es que era una broma. Son grandes, tiene pilares, círculos… Parecía la versión de Hollywood de la Atlántida”, explica Jacobovici. Cameron también lo tiene claro. “El ser humano nunca había visto nada parecido. ¿ Es una prueba de que existió de verdad? No, pero es una evidencia física de una hipótesis que existe desde hace tiempo”.
El cineasta y amante de los océanos cree que hay demasiadas pistas que llevan a pensar que el continente existió de verdad. “Mucha gente incluye a la Atlántida en la misma categoría que los extraterrestres. Y el que escribió esta historia fue Platón, uno de los primeros filósofos de la historia. Es más fácil encontrar una aguja en un pajar que anclas de 4.000 años de antigüedad en el océano. Las estrellas, la arqueología y la historia han combinado en un momento impresionante. Y vamos a demostrarlo”.