Belleza. Los secretos del aloe
Esta planta, cuyos beneficios fueron descubiertos en la Antigüedad, es hoy uno de los ingredientes estrella de los cosméticos por sus propiedades regeneradoras e hidratantes.
Las utilidades de esta planta son de sobra conocidas: calma la piel ante las irritaciones, hidrata, sirve como antiséptico, etc. Sus aplicaciones medicinales llevan estudiándose desde la Antigüedad, siendo la egipcia una de las civilizaciones que más alabó sus cualidades. Lo llamaban “la planta de la inmortalidad” y se dice que Cleopatra se bañaba en su jugos.
Asimismo, el aloe es citado en la Biblia. Este libro sagrado cuenta que Nicodemo embalsamó a Jesús con una mezcla de aloe y mirra. Más tarde, Colón aseguró que pa- ra lograr una salud de hierro el hombre debía utilizar “trigo como alimento, uva para levantar el ánimo, aceite para la armonía y aloe para la cura”.
Ya al término de la Segunda Guerra Mundial, su aplicación resultó existosa para tratar las quemaduras de los heridos en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
La fórmula española
La década de los setenta fue clave para su expansión comercial. El farmeceútico Bill Coats consiguió uno de los procesos más importantes: estabilizar la fórmula de su gel. En los noventa varios productores de Canarias y sur de la península, especialmente de Málaga y Cádiz, comenzaron a cultivarlo.
Hoy, el aloe español es considerado uno de los mejores del mundo y el nuestro es el país de Europa con mayor extensión de cultivo debido a que encuentra unas perfectas condiciones climatológicas: “El aloe no soporta el exceso de agua ni el frío; es muy sensible a las heladas. Además, necesita mucho sol para potenciar sus principios activos”, señala Juan Botello, farmaceútico y cofundador de la firma canaria Atlantia.
En los últimos años, esta planta se ha convertido en un ingrediente clave en cosméticos, ya que cuenta con un elevado poder de penetración en los tejidos y puede llegar hasta las capas más profundas de la epidermis, gracias a una sustancia denominada lignina que tambien le aporta resistencia.
Los expertos advierten de que un producto debe contener, como mínimo, un 10 por ciento de aloe vera para ser efectivo. Ahora bien, tal como indica Botello, el proceso de obtención en frío de su jugo es determinante para saber si funcionará o no.